Hoy en día la falta de sueño se ha vuelto una epidemia. Y no es para sorprenderse, tienes que hacer tantas cosas durante el día, que aunque no lo quieras debes sacrificar algo. Por lo general, preferimos ir a dormir más tarde o levantarnos unas horas más temprano para terminar todas nuestras tareas importantes. Como resultado, al despertar sentimos que no hemos dormido nada.
Nosotros en Sonrie Para Vivir Mejor creemos que todos necesitamos dormir bien. Cuando dormimos lo suficiente, tenemos más energías y fuerzas para trabajar, practicar deportes o hacer lo que nos gusta hacer.
Con la edad, disminuye la cantidad de horas que necesitamos para dormir bien:
- Las personas de 65 años o más necesitan de 7 a 8 horas de sueño diario.
- Los adultos de 24 a 64 años, de 7 a 9 horas.
- Los jóvenes de 18 a 25 años, de 7 a 9 horas.
- Los adolescentes de 13 a 18 años, de 8 a 10 horas.
- Los niños de 6 a 13 años, de 9 a 11 horas.
- Los niños de 3 a 5 años, de 10 a 13 horas.
- Los bebés de 1 a 2 años, de 11 a 14 horas.
- Los infantes de 4 a 11 meses, de 12 a 15 horas.
- Los recién nacidos de 0 a 3 meses, de 14 a 17 horas.
¿Qué sucede cuando no dormimos lo suficiente?
- Nos enfermamos. Nuestro sistema inmunológico está estrechamente relacionado con el sueño. Si dormimos poco, para el organismo es más difícil hacer frente a las enfermedades.
- Se nos hace más difícil pensar, reflexionar, aplicar la lógica y reaccionar ágilmente, lo cual puede ser peligroso cuando necesitamos tomar una decisión rápida, por ejemplo, al conducir un auto.
- Subimos de peso si dormimos menos de 5 horas al día.
- Se empeora el estado de tu piel: aparecen arrugas, se notan los vasos sanguíneos, sobresalen las manchas de la edad y el acné. El organismo envejece más rápido.
- Se incrementa la posibilidad de presentar enfermedades cardiovasculares.
- Aumenta el riesgo de contraer cáncer.
- Disminuye el deseo sexual. Si durante una semana duermes menos de cinco horas al día, el nivel de testosterona en la sangre disminuye, y el nivel de las hormonas sexuales baja un 15%.
- Olvidamos todo con facilidad. Cuando dormimos, el cerebro clasifica la información recibida durante el día. Si dormimos poco, no tiene suficiente tiempo para hacerlo bien.
¿Cuál es la solución?
Sólo hay una solución: dormir más. Si tienes que levantarte a las 7 de la mañana, debes dormirte a las 23 horas. Sí, siempre nos falta tiempo, pero procura encontrarlo durante el día.
Cuando te des cuenta de que no pasará nada si terminas tu proyecto al día siguiente, duérmete. Mañana terminarás el trabajo más rápido porque tendrás más agilidad mental y el proyecto te tomará menos tiempo.
A veces es peor. Vamos a dormir a la hora adecuada pero hasta las tres de la mañana estamos contando ovejas sin poder dormir, y en la mañana nuevamente nos sentimos agotados. Para que el organismo se acostumbre al régimen correcto, tendrás que trabajar en eso. Estas son algunas cosas que puedes hacer:
- Ama tu nuevo régimen. Aprende a dormir a la misma hora incluso los fines de semana. El cuerpo rápidamente se acostumbrará a eso y a la hora adecuada ya tendrá sueño. También se acostumbrará a levantarse a la misma hora, sin embargo los fines de semana puedes aprovechar para pasar en la cama tanto tiempo como quieras.
- Respira aire fresco. Antes de dormir procura pasar afuera unos 15 minutos si el clima lo permite. Ventila tu habitación, las personas suelen dormir mejor en una recámara fresca donde se mantiene la temperatura de 18 a 21 grados centígrados.
- Muévete mas durante el día. La mejor manera de dormir es cansarte físicamente. Si tienes un trabajo sedentario, encuentra fuerzas para correr o hacer sentadillas en la tarde, de preferencia unas dos horas antes de dormir.
- Procura no ponerte nervioso. No discutas con nadie y, de ser posible, no tomes nada personal. No veas la tele toda la eternidad, no leas periódicos que narran eventos terribles. Sí, es importante saber qué es lo que está pasando en el mundo, pero también hay que saber filtrar la información; a veces es más saludable disfrutar unas fotografías de gatitos tiernos que revisar los precios de la gasolina.
- No comas antes de dormir. La digestión es un proceso activo que no te deja dormir. Cena al menos tres horas antes de irte a la cama.
- No tomes café en las tardes, es mejor darle preferencia al té verde, bebidas energéticas y otras que contienen cafeína. Por cierto, el chocolate también cuenta.
- Trabaja sólo en la oficina. La casa es un lugar para descansar y relajarse. No respondas llamadas de negocios en la tarde, deja toda la correspondencia laboral para el día siguiente. Todo puede esperar hasta la mañana.
- Relájate en las tardes. Toma un baño caliente, lee algún buen libro (de preferencia, un libro impreso para que dejes de mirar la pantalla de tu dispositivo electrónico). Tienes derecho a descansar.
- Inventa algunos rituales que le señalen al organismo que ya llegó la hora de dormir: cepíllate los dientes, lávate la cara, ponte crema, etc. Es mejor si te da placer realizar estos procedimientos.
- Crea un ambiente agradable para dormir: ponte tu pijama favorita, acomoda bien tu almohada, envuélvete en tu manta calentita. Todo en tu cama debe ser agradable. Quita la televisión de tu recámara, la cama sólo se debe usar para dormir y hacer el amor.
Dormir poco te roba lentamente tu salud, tu eficiencia en el trabajo y tu agilidad mental. Sin embargo, en cuanto empieces a cambiar tus hábitos, te acostumbrarás y verás que ya dentro de una semana te sentirás mucho mejor.
Fuente: powerofpositivity, maximonline, psymanblog