Este es Pooh, un gato amputado que acaba de conseguir unas patas nuevas. Nadie sabe lo que le pasó exactamente, pero es posible que lo atropellara un coche o incluso un tren en el pequeño pueblo de Bulgaria donde vivía. Al encontrarlo tras el accidente, una amable mujer lo trasladó a una clínica en la capital, Sofía, donde el cirujano Vladislav Zlatinov lo examinó. Sabía que si le amputaba el resto de las patas podría no funcionar y tendrían que sacrificar al gato.
Zlatinov decidió hacer algo innovador y ponerle nuevas piernas en forma de prótesis a Pooh. “Sonaba imposible, pero quería intentarlo,” dijo Zlatinov. Y funcionó.
“Lo lleva sorprendentemente bien hasta ahora. Se mueve libremente por superficies planas: camina, corre, hasta da pequeños saltos… Lo más importante es que no parece sentir dolor, estamos muy orgullosos, fue todo un éxito… Nos da esperanza para otros pacientes.”
Y en cuanto a Pooh, se encuentra actualmente en un refugio llamado Let’s Adopt Bulgaria y pronto estará lo bastante recuperado como para ser adoptado.
Este es Pooh, un gato amputado. Quedó malherido tras un accidente de tráfico en un pueblo de Bulgaria
Esto es un buen signo, una muestra de afecto y se traduciría en un «estoy contento de verte». ¿Por qué lo hacen? Porque poseen glándulas olfativas en sus rostros y al frotarse es una manera de mezclar olores.
Los gatos tienen una gran capacidad para regular su excitación, sus emociones y también para poner un freno cuando algo ya les molesto. Esto sucedería con las mordeduras repentinas, que se dan -generalmente- cuando se está jugando o hasta haciéndole cariño al animal. Este «jugar mordisqueando» o «mordeduras de amor» suelen ser suaves en las manos y dedos, aunque a veces pueden excederse.
Este comportamiento es conocido como «respuesta Flehmen» y proviene de una palabra alemana que se refiere a lo que sucede en sus labios. El gato abre sus fauces para permitir que algún olor alcance el órgano vomeronasal -órgano de Jacobsen- en la parte superior de su boca. A través de este órgano recibe más información sobre ciertos aromas que si solo los oliera.
Los gatos doblan las patas y la cola para esconderlo bajo su cuerpo. De esta manera, pueden alcanzar su temperatura corporal deseada. Es una actitud similar a la de una persona, que se tapa las manos para calentarlas.
Por razones instintivas, los felinos suelen enterrar los cadáveres de sus presas para no atraer otros animales a su territorio. De esta manera, se los puede ver arañando el piso de la cocina o alrededor de su plato de agua, sin mucho efectividad, claro. Además, cuando entierran sus heces en la caja lo hacen por las mismas razones.
