Una de las grandes incógnitas de la humanidad es saber por qué envejecemos. Sí, calma queridos expertos evolucionistas y fanáticos religiosos, no estoy diciendo algo absurdo. Tan solo observen la cantidad de “productos” para eliminar arrugas, tintes para tapar canas, y demás artículos que permiten ‘vernos más jóvenes’, y entenderán la obsesión mundial por prolongar la juventud, algo que es antinatural.
Ahora, se ha descubierto una técnica que modifica la actividad de múltiples genes en una célula, que consigue frenar el envejecimiento en ratones en una investigación dirigida por el español Juan Carlos Izpisúa, del Instituto Salk de California (EE.UU.), según reseña la revista Cell.
Quizás no existe aún un método para aplicar esto en humanos, pero lo que es más importante con este experimento es que se abre una puerta más para un futuro combate contra un sinfín de enfermedades degenerativas.
La reprogramación de células de adulto, haciéndolas retroceder al estado de célula madre pluripotente que tuvieron en el periodo embrionario, cuando aún no se habían diferenciado en tejidos concretos, podría ser eficaz para frenar el envejecimiento del organismo.
“Nuestra investigación demuestra que el envejecimiento no es un proceso que vaya en una sola dirección, sino que tiene plasticidad y, con una modulación meticulosa, puede revertirse”, ha indicado Izpisúa.
Este es el primer estudio en el que la reprogramación celular en vivo logra prolongar la vida útil de un animal vivo. Las investigaciones anteriores acabaron con ratones que murieron de inmediato o desarrollaron tumores extensos. Para evitar estas nefastas consecuencias, el equipo de expertos llevó a cabo una reprogramación celular parcial.
“Obviamente, los ratones no son humanos y sabemos que será mucho más complejo rejuvenecer a una persona. Pero este estudio demuestra que el envejecimiento es un proceso muy dinámico y plástico, y por lo tanto será más susceptible a las intervenciones terapéuticas de lo que pensábamos anteriormente”, apuntó.
Un viaje en automóvil parecía ser demasiado normal, pues Jackson Taylor, un bebé de 16 meses, viajaba junto a su mamá, Rylea, y su hermana, Shane. Sin embargo, el destino quiso otra cosa y los tres se vieron involucrados en un accidente de tránsito que trajo consigo duras consecuencias, sobre todo para Jackson. La fuerza del impacto provocó que la cabeza del bebé se separara de su cuello, provocando una “decapitación interna”.
De inmediato el bebé fue llevado en estado grave al hospital Brisbane, Australia, lugar en el que el doctor Geoff Askin y su equipo le practicaron una cirugía de 6 horas con el fin de volver su cabeza con la columna. Para ello usó un aparato que permitía que la cabeza permaneciera inmovilizada y adherida al cuello.
Cuando fijó correctamente la cabeza al cuerpo, el doctor unió las vértebras con un hilo metálico y uso trozos de las costillas de Jackson para repararlas.
“Muchos niños habrían fallecido tras sufrir un accidente como este. Incluso si los trabajadores de emergencias consiguen revivirlos y que su corazón vuelva a latir, lo más probable es que se queden paralíticos o necesiten soporte vital para poder vivir”
– Geoff Askin a 7NewsMelbourne
Mientras tanto, el pequeño está recuperándose de una cirugía que salvó su vida a tiempo y que lo mantendrá en tratamiento por 8 meses más para que pueda volver a la normalidad.
Jennifer Duncan estaba conduciendo con su hijo Daniel de 8 meses. Iban rumbo a la guardería para luego ir al trabajo cuando de pronto, mientras cruzaban un paso sobre nivel, sucedió algo que nadie esperaba. La mamá y el hijo tuvieron un accidente en la ruta y debieron detenerse. Luego, bajaron del coche para pedir ayuda. Cuando iban a cruzar la calle un automóvil que venía en sentido contrario frenó para dejarlos pasar pero lamentablemente otro que venía atrás lo chocó e hicieron que Jennifer y el pequeño cayeran desde una altura de 9 metros (30 pies).
Cuando la emergencia llegó vieron algo increíble: Daniel no estaba herido. Mientras caían, su mamá hizo una especie de capullo con su cuerpo que protegió al bebé y terminó salvándole la vida.
Así de alto era el lugar donde la mujer y su hijo cayeron:
Jennifer logró sobrevivir a la caída sin embargo quedó bastante herida tras el accidente y sigue recuperándose en el hospital. Lamentablemente los médicos tuvieron que amputarle una pierna por debajo de su rodilla. Su hijo sólo tuvo unos rasguños.
“Sabes, Jennifer es una joven notable y que haya sido capaz, ya sea por instinto o por decisión consciente, de olvidarse de su propia seguridad para proteger al bebé es impresionante“.
-Jontahan Stark, abogado de la joven a un noticiario local-
Cuando Kate y David Ogg intentaron formar una familia, no lo lograban. Parecía que tendrían que optar por otros métodos para llegar a cumplir el sueño de toda pareja. Pero perseveraron y al final ella se embarazó. ¿Te imaginas la alegría que sintieron? Y mucho más, cuando se enteraron que serían gemelos, un niño llamado Jamie y una niña llamada Emily.
Esta historia, aunque hasta donde la han leído suene bonita, llegó a tener el momento más terrorífico/increíble, todo en cuestión de minutos. ¿Por qué? Cuando Kate tenía casi 7 meses de embarazo, los bebés estaban listos para nacer… o eso es lo que pensaban.
Cuando llegaron al hospital, les dijeron que el pequeño Jamie, no sobreviviría al nacimiento. La pareja quedó devastada, en lo que se suponía tener que ser el mejor día de sus vidas. Lo que pasó a continuación te dejará de triste a feliz en segundos…
Cuando “nacieron” los bebés, la enfermera les confirmó la devastadora noticia, de que Jamie no lo había logrado. Pero, los padres, fieles a su sentir envolvieron al bebé en sus brazos y gentilmente, le hablaron al oído. Contacto piel con piel…(¡ESA FUE LA CLAVE!).
Repentinamente, sintieron que algo se movió, empezó a respirar. ¿Era Jamie? Ni el doctor podía creer lo que estaba sucediendo. ¡ABRIÓ LOS OJOS! El pequeño vivió.
Hoy en día, los gemelos tienen 5 años y tienen un hermano de 4. ¡Son una familia unida, bendecida y feliz!
No hay nada más fuerte y puro que el amor de nuestros padres. ¿Qué les pareció esta bella historia?
Incluso los propios médicos creen que se trata de un verdadero un milagro. Cuando nació la pequeña Amelia, nadie creía que iba a sobrevivir. Pero entonces algo totalmente inesperado ocurrió – un auténtico récord mundial.
En 2006, en un día de otoño, Amelia nació en un hospital de Miami. La ciudad entera jamás había visto algo como esto en el mundo.
Amelia nació con tan sólo 21 semanas y 6 días de edad por cesárea – en una etapa del desarrollo en la que todavía podría haber sido incluso abortada! Tenía menos de 25cm de altura y pesaba alrededor de 300 gramos. ¡Pero la asombrosa Amelia consiguió sobrevivir!
Sus padres, Sonja y Eddie Taylor, habían querido durante mucho tiempo un niño. Sin embargo, hasta este momento no había sido tan sencillo. Cuando decidieron realizar una inseminación artificial, parecía que su sueño se había hecho realidad.
Pero la alegre espera pronto se convirtió en miedo…
Cuando surgieron las primeras complicaciones en el cuarto mes de embarazo de Sonja – que condujo a la inflamación del útero – ya no había una salida para el bebé. Los médicos tuvieron que inducir el parto para proteger la vida de la madre.
Con el fin de forzar el parto, la madre incluso tuvo que mentir: ella dijo que estaba en su semana 24 de embarazo, mientras que estaba sólo en la 21.
Y a pesar de que los presagios parecían desfavorables, y nadie lo esperaba, Amelia sobrevivió a la primera hora crucial después de su nacimiento, en contra del pronóstico. Ahora es el bebé más joven que ha sobrevivido a un parto tan prematuro. O en otros términos: un récord mundial.
Una enfermera recuerda: “Simplemente no podíamos creerlo. Amelia trató de gritar y llorar después de su nacimiento. Y con tan sólo 21 semanas y seis días…” Un embarazo normal dura entre 37 y 40 semanas.
La entrada de Amelia en la vida fue muy difícil. En las primeras semanas, a sus padres no se les permitía tocarla y tuvieron que mirarla constantemente a través de una ventana. Pero después de 2 meses en cuidados intensivos, era el momento: a Sonja se le permitió sostener a su bebé por primera vez en sus brazos y darle su biberón.
Gracias al amor y el cuidado de los médicos, y especialmente la de sus padres, el desarrollo de Amelia procedió maravillosamente. Su madre incluso hace chistes: “A veces incluso se ve un poco gorda…”
Y pronto Amelia estará acompañada de una nueva hermana. Sonja y Eddie decidieron adoptar a una niña de un orfanato. “Hemos tenido mucha suerte hasta ahora. ¡Sólo queremos repartir un poco! “
Amelia superó todo con su espíritu de lucha y su voluntad de vivir. Amelia demuestra que incluso la más pequeña de las posibilidades puede ser suficiente para hacer algo impensable.
¡Comparte esta conmovedora historia de esta singular niña!
Dos minutos, 11 segundos. Así es de corto este video. Pero la cantidad de emociones juntas en estos 131 segundos me dejaron sin palabras. ¿Y lo que pasa en 1:34? Un golpe directo donde más lo sientes.