Todo continente tiene destinos infravalorados de los que poco o nada se sabe y que bien podrían competir con los siempre destinos más visitados del mundo.
Un ejemplo es Europa del este, cuyos destinos son realmente hermosos y que debido a la reciente historia (sobre todo la del siglo XX) han sido olvidados por gran parte del turismo proveniente de los otros continentes.
Liubliana, Eslovenia
Este país como tal tiene 25 años de vida, pero su historia data desde el siglo IV. Liubliana es la capital y mayor ciudad del país que parece salido de un cuento de hadas. Además de que el uso del automóvil es muy estricto, se ha convertido en una ciudad verde en la que el peatón y el ciclista realmente tienen todo el poder. Sobre todo en el centro de la ciudad, donde la vida universitaria hace que sea un destino en el que el arte y la fiesta nunca terminan.
Tallin, Estonia
La capital de Estonia es una mezcla de arquitectura medieval que se yuxtapone con los grandes rascacielos que la confirman como un país que tiene todo para crecer económicamente en los próximos años. El pueblo antiguo y la plaza del ayuntamiento son recorridos históricos imperdibles, pero también lo son todos los museos de arte contemporáneo que tienen a los mejores representantes de la región.
Dubrovnik, Croacia
“La perla del Adriático” está en la región de Dalmacia y en los últimos años ha ganado popularidad por ser parte esencial de la filmación de Game of Thrones. La ciudad limita con el mar Adriático y por eso tiene una gran vida nocturna. Sin embargo, lo que realmente vale la pena visitar en Dubrovnik son los sitios históricos así como los restaurantes que prometen ser los más románticos de Europa.
Orhei, Moldavia
Saliendo de las ciudades y adentrándonos en la naturaleza, Moldavia tiene un impresionante monasterio llamado Viejo Orhei que está excavado en el interior de la roca del monte, frente al pie del río Nistru, por lo que la vista es tan espectacular que no creerás que es real. No todo se trata del verde que encuentras en los paisajes alemanes o irlandeses, Europa del este tiene joyas que vale la pena visitar.
Sofía, Bulgaria
Con un pasado comunista y ortodoxo, la arquitectura de Bulgaria te demostrará la otra cara de Europa, su historia paralela que demuestra que siempre hay distintas voces de una misma historia. Además de los templos y museos, las actividades deportivas (sobre todo en invierno) son accesibles y altamente recomendables.
Con precios mucho más accesibles que los de Europa Occidental, estos países no son tan visitados y sin duda pasear por Europa sin tener que hacer una fila de horas para entrar a cada monumento se agradece. Arte, gastronomía y distintos puntos de vista te cambiarán la vida en algunas de estas joyas de Europa que no todos conocen.