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El coleccionista de insultos, una excelente enseñanza

Cerca de Tokio vivía un gran samurai, ya anciano, que se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que era capaz de vencer a cualquier adversario. Cierto día un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos pasó por la casa del viejo. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que el adversario hiciera su primer movimiento y, gracias a su inteligencia privilegiada para captar los errores, contraatacaba con velocidad fulminante. El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una batalla. Conociendo la reputación del viejo samurai, estaba allí para derrotarlo y aumentar aún más su fama.

Los estudiantes de zen que se encontraban presentes se manifestaron contra la idea, pero el anciano aceptó el desafío. Entonces fueron todos a la plaza de la ciudad, donde el joven empezó a provocar al viejo. Arrojó algunas piedras en su dirección, lo escupió en la cara y le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros. Durante varias horas hizo todo lo posible por sacarlo de casillas, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, ya exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró de la plaza.

Decepcionado por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:
– ¿Cómo ha podido soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usó su espada, aun sabiendo que podría perder la lucha, en vez de mostrarse como un cobarde ante todos nosotros?

El viejo samurai repuso:
– Si alguien se acerca a ti con un regalo y no lo aceptas, ¿a quién le pertenece el regalo?
– Por supuesto, a quien intentó entregarlo -respondió uno de los discípulos.
– Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos -añadió el maestro-. Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.

Nadie nos agrede o nos hace sentir mal: somos los que decidimos cómo sentirnos. No culpemos a nadie por nuestros sentimientos: somos los únicos responsables de ellos. Eso es lo que se llama asertividad.

La paz perfecta, una eleccion realmente sabia

Cierto rey prometió un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos lo intentaron. El rey observó y admiró todas las obras, pero solamente hubo dos que en verdad le gustaron.

La primera mostraba un lago muy tranquilo, espejo perfecto donde se reflejaban las montañas circundantes. Sobre ellas se encontraba un cielo azul con tenues nubes blancas. Todos los que miraron esta pintura estuvieron de acuerdo en que reflejaba la paz perfecta.

La segunda también tenía montañas, pero estas eran escabrosas. Sobre ellas había un cielo oscuro, del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua.

Esta imagen no se revelaba para nada pacífica. Pero cuando el rey analizó el cuadro más cuidadosamente, observó que tras la cascada, en una grieta, crecía un delicado arbusto. En él había un nido y allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, un pajarito.

¿Cuál cree usted que fue la pintura ganadora? El rey escogió la segunda. La paz -explicó- no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin dolor. Significa que, aun en medio de estas circunstancias, nuestro corazón puede permanecer en calma

La felicidad escondida, descubrela!

Un poco antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendes, para hacer una travesura. Uno de ellos dijo:

– Debemos quitarles algo a los seres humanos, pero, ¿qué?

Después de mucho pensar, uno dijo:

– ¡Ya sé! Vamos a quitarles la felicidad. El problema es dónde esconderla para que no puedan encontrarla.

Propuso el primero:

– Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.

– No, recuerda que tienen fuerza; alguno podría subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está -replicó otro.

Se escuchó una nueva propuesta:

– Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar.

Otro señaló:

– No, no olvides que son curiosos, alguno podría construir un aparato para bajar, y entonces la encontrarán.

– Escondámosla en un planeta bien lejano de la Tierra -propuso otro.

– No -le dijeron. Recuerda que les dieron inteligencia, y un día alguno va a construir una nave para viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad.

El duende más veterano, que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas, dijo:

– Creo saber dónde ponerla para que nunca la encuentren.

Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono:

– ¿Dónde?

– La esconderemos dentro de ellos mismos; estarán tan ocupados buscándola afuera que nunca la encontrarán.

Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva consigo.

Cuando «El eco» nos ayuda a entender la vida…

Un padre y su hijo estaban caminando en las montañas. De repente, el hijo se cayó, lastimándose, y gritó:

– ¡Aaaaaayyyy!

Para su sorpresa, oyó una voz que repetía, en algún lugar de la montaña:

– ¡Aaaaaayyyy!

Con curiosidad, el niño gritó:

– ¿Quién está ahí?

Y recibió esta respuesta:

– ¿Quién está ahí?

Enojado, gritó:

– ¡Cobarde!

Y escuchó:

– ¡Cobarde!

El niño miró al padre y le preguntó:

– ¿Qué sucede, papá?

El hombre, sonriendo, le dijo:

– Hijo mío, presta atención -y gritó hacia la montaña-: ¡Te admiro!

Y la voz le respondió:

– ¡Te admiro!

De nuevo, el hombre gritó:

– ¡Eres un campeón!

Y la voz le respondió:

– ¡Eres un campeón!

El niño estaba asombrado, pero no entendía nada. Entonces el padre le explicó:

– La gente lo llama eco, pero en realidad es la vida. Te devuelve todo lo que dices o haces.

Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones. Si desea más amor en el mundo, cree más amor a su alrededor. Si anhela felicidad, dé felicidad a quienes lo rodean. Si quiere una sonrisa en el alma, dé una sonrisa al alma de las personas que conoce. Esto se aplica a todos los aspectos de la vida. Ella nos da de regreso exactamente lo que le hemos dado. Nuestra vida no es una coincidencia, sino un reflejo de nosotros mismos.

10 Cosas que me gustaría haber escuchado cuando tenía 20

Con los años lamentamos más nuestros errores pasados, y a veces nos nace el deseo de retroceder en el tiempo y hacer algo diferente. ¡Cuántas tonterías hicimos muchos de nosotros en la juventud! Hoy te presentamos un artículo donde el autor se pregunta: ¿Qué me hubiera aconsejado a mí mismo si pudiera comunicarme con mi veinteañero? Suponemos que estos consejos van a ser útiles para cualquier edad.

Hace poco cumplí 30 años. Y ahora, haciendo un resumen de los últimos diez, entendí que he cometido muchos errores y he hecho muchas tonterías. Aquí van algunos consejos que me hubiera dado yo mismo hace 20 años:

1. Viaja.

Por ahora no tienes tanta responsabilidad, así que viaja. Cuando cumplas 30, vas a querer viajar de otra manera: alojarte en un hotel lujoso, cenar en los mejores restaurantes. Así que ahorra el dinero y disfruta de los viajes poco costosos.

Viaja para aprender algo nuevo y conocer el mundo. Viaja a los destinos desconocidos que te retarán y te pondrán a pensar qué es lo que quieres ser en la vida.

2. Crea algo nuevo.

No gastes mucho tiempo trabajando para otras personas. Formula tu propio concepto del mundo (mira el punto 1) y piensa en dónde te hubiera gustado pasar tu vida.
Si encontraste tu lugar en una corporación y piensas algún día renunciar de ahí, hazlo ya. Vete. No gastes tu tiempo en vano, genera tus propias ideas y dedícales todas tus fuerzas.

3. Lee.

Lee cada día. Lee lo que puedas leer. No te limites leyendo lo que ya sabes. Lee sobre otras personas. Lee a las otras personas como si fueran un libro.

4. Deja de ver la tele.

Ahora mismo. La televisión no te hará una mejor persona.

5. Confía.

Inclusive si esto mata tus relaciones. Aun cuando se destruyan tus ideas. Incluso si pierdes a tus amigos.
Confía en las personas hasta que ellos te hagan dudar de ellos mismos. Pero no seas demasiado ingenuo, en algunos casos sí es mejor mandarlos lejos, desde luego.

6. Crea vínculos fuertes.

Las personas son lo mejor y lo peor que te puede pasar. Algunas te ayudarán a moverte adelante. Otras van a jalarte para abajo y solo van a quitarte cosas. La mayoría de ellas son bastante normales. Hay muchas buenas. Algunas son excelentes.
Y solo un par de personas pueden cambiar tu vida para siempre. Encuéntralas. No necesitas tener muchos amigos. Necesitas de seres humanos maravillosos que te ayudarán en el momento adecuado así como tú también podrás ayudarlos.

7. Aprecia tu tiempo.

No gastes el tiempo en las personas de las cuales desconfías. No gastes el tiempo en los individuos amados que te sean infieles. No gastes el tiempo en los amigos que no te tratan de la misma manera que los tratas tú.
Valora el tiempo de los demás. Algunos amigos te pueden decir que no pasa nada si llegaste tarde. Pero no es así. El hecho de que hayas llegado tarde quiere decir que no te importan en absoluto y que te estás poniendo por encima de ellos.

8. Aprende a perder.

La derrota en el amor, la comunicación, la amistad, la familia, el trabajo.
Cualquiera puede tener un fracaso, y es normal. Pero intenta aprender de cada lección. Si no aprendes de tus errores, habrás perdido absolutamente todo aquello que habías logrado hasta ese momento. Si aprendes de algunos errores quiere decir que estás creciendo. Y con cada lección aprendida entiendes cómo moverte hacia el éxito.

9. Aprende a ser exitoso.

No esperes lograr todas tus metas en tus 20 años, no todo pasa tan pronto. Pero trabaja en eso desde ahora, y todo te saldrá bien.

10. Sé paciente.

No hay nada peor que apresurarte a hacer algo. No hay nada peor que hacer algo de prisa. No hay un buen edificio que hayan construido apresuradamente, y nada verdaderamente único ha sido creado en un momento. Sé paciente.

Fuente: medium

Dialogos absurdos en juicios reales

Del libro ‘Desorden en el tribunal’. Son cosas que personas reales dijeron en juicios verdaderos, y que fueron transcriptas textualmente por los taquígrafos que tuvieron que permanecer en calma mientras estos diálogos realmente sucedían…

Abogado: Cuál es la fecha de su cumpleaños?
Testigo: 15 de julio.
Abogado: Qué año?
Testigo: Todos los años.

Abogado: Esa enfermedad, la miastenia gravis, afecta su memoria?
Testigo: Sí…
Abogado: Y, cómo le afecta la memoria?
Testigo: Se me olvidan las cosas…
Abogado: Se le olvidan… Puede darnos un ejemplo de algo que se le haya olvidado?

Abogado: Qué edad tiene su hijo?
Testigo: 33 ó 38, no me acuerdo.
Abogado: Hace cuanto tiempo él vive con usted?
Testigo: Hace 45 años.

Abogado: Usted es médico especialista en neurocirugía?
Testigo: Sí
Abogado: Sabe leer y escribir?
Testigo: Usted que cree?

Abogado: Qué fue lo primero que su marido dijo aquella mañana?
Testigo: Dijo, ‘dónde estoy Betty…?’
Abogado: Y por eso usted se enojó tanto?
Testigo: Mi nombre es Celia.

Abogado: Su hijo más joven, el de 20 años….
Testigo: Sí.
Abogado: ¿Qué edad tiene?

Abogado: Sobre esta foto suya… usted estaba presente cuando fue sacada?

Abogado: Entonces, la fecha de concepción de su bebé es 8 de agosto?
Testigo: Sí
Abogado: Y… qué estaba usted haciendo ese día?

Abogado: Ella tenía 3 hijos, verdad?
Testigo: Verdad.
Abogado: Cuántos niños?
Testigo: Ninguno
Abogado: Y… cuántas niñas?

Abogado: Sr. Marcos, por qué se acabó su primer matrimonio?
Testigo: Por muerte del cónyuge.
Abogado: Y por muerte de cuál cónyuge se acabó?

Abogado: Podría describir al sospechoso?
Testigo: Tenía estatura mediana y usaba barba.
Abogado: Y era hombre o mujer?

Abogado: Doctor, cuántas autopsias usted ya realizó en personas muertas?
Testigo: Todas las autopsias que hice fueron en personas muertas…

Abogado: Aquí en la Corte, para cada pregunta que yo le haga, la respuesta debe ser oral, o.k?
A qué escuela va usted?
Testigo: Oral.

Abogado: Doctor, usted recuerda a qué hora comenzó a examinar el cuerpo de la víctima?
Testigo: Sí, la autopsia comenzó a las 08:30 p.m.
Abogado: Y el Sr. Decio ya estaba muerto a esa hora?
Testigo: No… él estaba sentado en la camilla, preguntándose por qué yo estaba haciendo una autopsia en él?

Y AHORA, COMO FIN DE FIESTA, AQUÍ VIENE EL MEJOR DE TODOS:
Abogado: Doctor, antes de hacer la autopsia, usted tomó el pulso de la víctima?
Testigo: No.
Abogado: Usted tomó la presión arterial?
Testigo: No.
Abogado: Usted chequeó la respiración?
Testigo: No.
Abogado: Entonces, es posible que la víctima estuviera viva cuando la autopsia comenzó?
Testigo: No.
Abogado: Cómo usted puede tener tanta seguridad?
Testigo: Porque el cerebro del paciente estaba en una jarra sobre la mesa.
Abogado: Pero, él podría estar vivo?
Testigo: Sí, es posible que él estuviera vivo y estudiando Derecho en la misma facultad que usted se graduó!!!

15 Trucos para lucir impecable cada día

Los pantalones que se te pegan al cuerpo por la infaltable corriente estática, los zapatos que te aprietan, tu camiseta favorita que se encogió después de la primera lavada; todos estos problemas ya pueden quedar en el pasado.
Sólo tienes que aprender estos truquitos que compartimos contigo a continuación para que cuides tus cosas.

Quitar la mancha de agua de un bolso de piel

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Esparce en la mancha la mezcla de agua y vinagre y talla con cuidado con una esponja.

Para que la bijouterie no te deje huellas

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Si pintas la parte interior de tus anillos con un esmalte transparente, te olvidarás para siempre de tener los dedos manchados.

¿Tu camiseta se manchó de grasa?

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Utiliza el talco para bebé para eliminar la mancha.

El champú para bebé salvará la prenda encogida después del lavado

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Sumerge la prenda en agua tibia con champú para bebé (por un litro de agua necesitarás una cucharada de champú) durante media hora, exprime la prenda. Estírala completamente, ubica algunos objetos pesados en sus extremos y deja que se seque.

Una cuchilla para afeitar ayudará a eliminar las imperfecciones (como bolitas de fieltro) de tu ropa

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¿Encontraste un pantalón de jean con el color perfecto?

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Para que los pantalones de jean de tonos oscuros no pierdan su color cuando los laves, añade media taza de vinagre destilado directamente a la lavadora.

Con una plancha para el pelo puedes planchar rápidamente el cuello de tu blusa o camisa

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Este método sirve también para planchar las áreas de botones o pliegues en tu camisa o falda.

Una goma de borrar eliminará las manchas de tu calzado de gamuza

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Para que tus tenis de lona luzcan perfectos

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Mezcla detergente líquido y bicarbonato de sodio en un recipiente. Toma un cepillo de dientes usado y limpia con la mezcla la parte blanca de tus tenis.

Cómo meter el pantalón de jean en unas botas angostas

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Quitar las manchas de sudor de la ropa

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Es fácil eliminar las manchas de sudor usando jugo de limón y bicarbonato de sodio.

¿Se salió un cordón de tu sudadera?

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Utiliza una pajilla para volverlo a meter.

Para que los zapatos nuevos no te aprieten, usa unas bolsas de hielo.

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Ubica unas bolsas con agua adentro de los zapatos y guárdalos en el congelador para que el agua se congele. Saca los zapatos, espera a que el hielo se derrita un poco y retira las bolsas. ¡Ojo! Este método no sirve para estirar el calzado de charol.

Si tu pantalón se pega a tu piel por la corriente estática

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Para evitarlo, abrocha un alfiler en la costura interior en ambas partes del pantalón.

Para que el cierre de tu pantalón de jean no se baje.

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Inserta un anillo de llavero en el cierre para poder asegurarlo en el botón.

 

La genial historia de la carreta vacía

Cierta mañana, mi padre me invitó a dar un paseo por el bosque y yo acepté con placer. Se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:

– Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas algo?

Agucé mis oídos y algunos segundos después le respondí:

– Estoy escuchando el ruido de una carreta.

– Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.

– ¿Cómo sabes que está vacía, si aún no la vemos? -le pregunté.

Y él respondió:

– Es muy fácil saber que una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto menos cargada está una carreta, mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y aún hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, a una persona inoportuna, que interrumpe la conversación de todo el mundo, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: Cuanto menos cargada está una carreta, mayor es el ruido que hace.

Imaginación antes que desesperación

Un señor va de cacería al África y lleva a su Pollito. Un día, el Pollito se aleja del grupo, se extravía y comienza a vagar solo por la selva. En eso ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera, al ver que la pantera lo va a devorar, piensa rápido qué hacer.

En eso ve un montón de huesos de un animal muerto y empieza a mordisquearlos.

Cuando la pantera está a punto de atacarlo, el Pollito dice:
– ¡¡¡Ah, qué rica pantera me acabo de comer!!!
La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale despavorida pensando:

¡¡¡¿Quién sabe qué animal será ese. A ver si me come a mí También???!!!

Un mono que andaba trepado en un árbol cercano, oyó y vio la escena.

Sin más salió corriendo tras la pantera para contarle cómo la había engañado el Pollito:
-¡Pantera pendeja. Esos huesos ya estaban ahí! Además, es Sólo un
simple Pollito!

La pantera, enojada, sale corriendo a buscar al Pollito con el mono montado en el lomo El Pollito ve a lo lejos que viene nuevamente la Pantera con el mono y se da cuenta de que este último había ido con el chisme.

– ¿Y ahora qué hago?- piensa todo asustado.

Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda, como si no los hubiera visto, y cuando la pantera estaba cerca de atacarlo de nuevo, el Pollito exclama:

– ¡¡¡ Este mono desventurado, hace como media hora que lo mandé a traerme otra pantera y todavía no aparece!!!

De nuevo la pantera frena en seco, gira y sale despavorida, claro, no sin antes desquitar su ira y su hambre con el mono.

MORALEJA:
EN MOMENTOS DE CRISIS, SÓLO LA IMAGINACIÓN ES MÁS IMPORTANTE QUE EL CONOCIMIENTO.
1… Procura ser imaginativo como el POLLITO.
2… Evita ser pendejo como la PANTERA.
3… Y nunca, pero nunca! seas un desgraciado chismoso como el MONO!!!!!!

La parábola del caballo

Un cuento que te ayudará a entender que lo que digan o hagan los demás no debe hundirte ni humillarte, sino todo lo contrario, utiliza lo que los demás hagan o digan de ti para salir adelante y levantarte.

Un campesino que enfrentaba muchas dificultades poseía algunos caballos que lo ayudaban en los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los mejores caballos había caído en un viejo pozo abandonado. Era muy profundo, y resultaría extremadamente difícil sacarlo de allí.


El campesino fue rápidamente al lugar del accidente y evaluó la situación, dándose cuenta de que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el costo del rescate, concluyó que no valía la pena, y pidió al capataz que sacrificara al caballo tirando tierra al pozo hasta enterrarlo. Y así se hizo.
A medida que la tierra le caía encima, el animal la sacudía. Esta se acumuló poco a poco en el fondo del pozo, permitiéndole subir. Los hombres se dieron cuenta de que el caballo no se dejaba enterrar sino que, al contrario, estaba subiendo, hasta que finalmente consiguió salir del socavón.


Si estás «allá abajo», sintiéndote poco valorado, y si los otros te lanzan la tierra de la incomprensión, del egoísmo o de la falta de apoyo, recuerda al caballo de esta historia. No aceptes la tierra que tiraron sobre ti, sacúdela y sube sobre ella. Cuanta más tierra te lancen, más podrás subir.