Con el paso del tiempo cada vez más países se están abriendo a discutir sobre el consumo de drogas. Las libertades individuales han ido cobrando importancia en la sociedad y así también el modo en que las naciones asumen sus problemas. Se está llegando a la conclusión de que el miedo no es el camino para mantener alejada a la gente de las adicciones. Y sí lo es el tenerla informada sobre los riesgos objetivos de cada substancia y el trato comprensivo hacia los que ya están en una situación de dependencia.
Irlanda ahora ha dado un paso radical en esta materia. El país ha decidido despenalizar sustancias como la heroína, la cocaína y el cannabis. El ministro que trata esta área ha dicho que forma parte de una transformación cultural, la cual terminará haciéndole bien al país y evitando muchas muertes. Aparte de descriminalizar las drogas mencionadas anteriormente, se crearán salas donde los adictos podrán ingresar para consumir de forma segura. En un ambiente controlado es muy poco probable que ocurran tragedias, así lo han demostrado las estadísticas.
Great discussion with @nick_clegg on advancing the international case for drug #decriminalisation.@labour pic.twitter.com/zLLSBuqyav
— Aodhán Ó Ríordáin (@AodhanORiordain) 2 de noviembre de 2015
“Gran discusión con Nick Clegg para avanzar con el caso internacional de drogas”
Este cambio de rumbo de Irlanda marca un antes y un después en su política de drogas. Aunque la despenalización y el nuevo trato que se les dará a los consumidores, no significa que quienes lucren con estas substancias puedan hacerlo con impunidad. La venta y distribución de drogas ilegales será castigada por la ley. Los consumidores ya no serán criminalizados por su adicción. Ese es el punto.
“Cuando se trata de drogas, nos gusta culpar a la víctima… ¿qué está haciendo gente enferma en una corte si ellos necesitan ayuda médica?”
Dublin será la primera ciudad que cuente con salas de inyecciones. Al dar estos espacios, los adictos dejan de sentir vergüenza de sus acciones y comienzan a entender que hay gente que empatiza con ellos. Los estudios de población han demostrado que en ambientes seguros no se ha producido ninguna muerte por el consumo de heroína o morfina. En cambio, cuando se persigue a los consumidores y se los margina las cifras cambian: en Inglaterra y Gales sólo el 2011 murieron 596 personas.
El país deberá monitorear cómo reacciona la ciudadanía ante este nuevo reglamento. Seguramente se harán ajustes y se revisarán puntos en conflicto, pero lo principal es que el gobierno ha decidido cambiar su visión para disminuir el número de víctimas.
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