Rowan O’Neill estaba haciendo las compras en un supermercado de Perth, Australia. De pronto una mujer desesperada entró con su pequeña de 2 años en brazos. La mujer pedía ayuda pues su hija había colapsado, estaba teniendo un ataque y no respiraba. O’Neill aterrado vio lo que sucedía pero decidió hacer algo y eso cambió la vida de este pequeño.
Este constructor australiano algo sabía algo de primeros auxilios y aplicó sus conocimientos. Primero trato de liberar las vías respiratorias de la niña y finalmente le hizo respiración boca a boca.
Y gracias a la labor de O’Neill la niña volvió a respirar:
“Estaba aterrado. Fue una de esas situaciones en que no sabes qué sucederá. Se dio el mejor resultado posible que podríamos haber esperado en ese momento”.
Después de su heroica acción el padre de la niña no podía dejar de agradecerle lo que hizo, contó el hombre a un canal de televisión local.
“Me dio un gran abrazo, era un hombre muy fuerte. Estábamos muy contentos por la situación, que ella había regresado”.
El tipo estaba muy feliz con lo que había hecho. Y claro, no se salva la vida de una persona todos los días…
“Creo que no hay mucho que podría comparar con esto esto. Yo… creo que si vivo hasta los 100, si no tengo que lidiar con algo como esto otra vez, voy a morir siendo un hombre feliz”.