Tal vez viva en una mansión, tenga los mejores autos y haya fundado Poundland (una de las tienas de variedades más famosas en Reino Unido), pero este hombre vive con sólo 15 dólares al día. No, no es por tacaño, al contrario, su esposa no confía en su administración.
Respecto al hecho de ser millonario y no poder tener acceso a sus millones, Steve acepta que tiene un pequeño problema con las compras, por lo cual asignó a su esposa la tarea de administrarle su dinero.
Ahora, la esposa se encarga de darle poca plata, la suficiente para subsitir día a día.
“Sé que no soy de confiar con el dinero, apenas tengo algo en el bolsillo y lo gasto. Por eso mi esposa sólo me da de 10 a 15 dólares al día”.
Smith, gusta de comprar casas y carros, y gasta algo de dinero en subastas de objetos deportivos para caridad, en dónde consiguió un par de guantes de box del mismísimo Mujammad Ali y unos palos de golf de Tiger Woods.
Este hombre vio la oportunidad de su vida a los 18 años, cuando vio una tienda vacante en West Bromwich y negoció un acuerdo. Su padre le prestó 60 mil dólares para iniciar el negocio.
Al final del primer año había invertido poco más de un millón de dólares y obtuvo beneficios casi de inmediato vendiendo todo, desde bolsas de papel negro, relojes, y caballos mecedores.
Para cuando vendió su imperio, contaba con 5,500 personas trabajando para él, tenía un millón de clientes comprando cada semana, con una ganancia de 5 millones de dólares al año.
En el año 2000, el hombre vendió la cadena por 62 millones de dólares, de los cuales, la mitad la dio a sus padres, en agradecimiento por haberlo apoyado cuando aún no tenía nada.
“Mi padre me ayudó a iniciar mi negocio. Mis padres estuvieron ahí durante todos estos años, es lo menos que les puedo dar. El dinero te da muchas oportunidades pero es importante nunca olvidar de dónde vienes”.
Y respecto a conseguir un asesor financiero, él respondió:
“La mayoría de mis finanzas las manejo yo, así no habrá nadie más a quien culpar”.