Aki Inomata es una artista japonesa conocida por el uso de organismos vivos en sus obras. Para esta ocasión creó caparazones de cangrejos ermitaños hechos con la ayuda de una impresora 3D. Lo curioso de estos caparazones es que cada uno de ellos representa una ciudad del mundo diferente, capaz de reconocerse por las características de sus construcciones más emblemáticas.
La colección se titula Why Not Hand Over a “Shelter” to hermit crabs? (¿Por qué no darle refugio a los cangrejos ermitaños?).
Esta obra está inspirada en el hecho de que el lugar en el que está ubicada la antigua embajada de Francia en Japón fue considerado como territorio francés hasta octubre de 2009, cuando se decretó que sería territorio japonés durante los siguientes 50 años, después de los cuales volverá a pertenecer a Francia.
Para la artista japonesa esta historia guardaba bastantes similitudes con la forma como los cangrejos intercambian sus caparazones.
En su trabajo el intercambio de los cangrejos es comparado con el cruce de fronteras nacionales, el cambio de nacionalidad, así como con los recorridos de inmigrantes y refugiados.
Los primeros caparazones que hizo eran de forma esférica pero fueron rechazados por los cangrejos.
Así que tuvo que hacer uso de tomografía computarizada para estudiar la forma natural de los caparazones y reproducirlas con impresión 3D.