El sexo ha sido un asunto de interés para todas las culturas en todos los tiempos. Es así porque constituye una forma de relación básica que está en el origen de la vida de todos los seres humanos. Es por el sexo que existimos y por eso está en la pregunta por el origen de todo.
Sin embargo, todo lo relacionado con el sexo también ha sido objeto de fuertes censuras, mitos, leyendas y tabúes. Incluso en épocas actuales, cuando aparentemente se ha levantado el velo de muchas prohibiciones al respecto. Por otro lado, gracias a ellas muchas personas han tenido problemas para establecer relaciones de pareja y disfrutar de las relaciones sexuales.
Tener sexo regularmente disminuye la ansiedad
Un estudio llevado a cabo en Escocia indica que el sexo regular es una forma de liberar tensiones y reducir el estrés. Las personas que tienen sexo frecuentemente pueden enfrentarse con mayor éxito a situaciones que provocan tensión, como hablar en público o tomar decisiones complejas.
La razón de que esto ocurra es que durante las relaciones sexuales el cerebro libera oxitocina y endorfinas. Estos componentes incrementan la sensación de bienestar emocional y contribuyen a que una persona se sienta más relajada. Cuando no se tiene sexo por periodos prolongados, el estrés y la angustia se incrementan.
Reduce el riesgo de padecer depresión
A diferencia de los animales, cuando una persona deja de tener sexo el efecto no es necesariamente un aumento de su agresividad e inquietud. Lo que sucede generalmente es que ocurre todo lo contrario: aparece una falta de vitalidad, que a la larga puede traducirse en síntomas depresivos o depresión propiamente dicha.
Al indagar por las causas de este fenómeno, pudo establecerse que en el semen hay algunos compuestos como oxitocina, serotonina y melatonina y que estos ejercen una influencia benéfica en el estado de ánimo. Por lo tanto, cuando no hay contacto con el semen, aparece una especie de carencia. Esta información debe ser tomada con precaución, ya que mal manejada puede afectar la planificación de embarazos.
Fortalece el sistema inmunitario
En la Universidad de Pensilvania se llevó a cabo una investigación para determinar los efectos del sexo regular en el sistema inmunológico. Al final se concluyó que quienes tienen relaciones sexuales una o dos veces a la semana incrementan en un 30% los niveles de inmunoglobulina A y, por lo tanto, fortalecen su sistema inmunológico.
También se sabe que las personas que tienen una pareja estable y que mantienen una vida sexual activa, son menos propensas a sufrir todo tipo de enfermedades. En particular: cáncer, enfermedades neurodegenerativas y enfermedades por autoinmunidad.
Eleva la calidad de una relación de pareja
El sexo es un poderoso nutriente para cualquier relación de pareja. Fortalece los lazos de intimidad, la comunicación y el afecto. Juega un papel muy importante a la hora de potenciar los momentos de bienestar y propicia ratos para compartir confidencias en varios planos relacionales.
Por el contrario, la falta de sexo en una relación de pareja incide en la autoestima, genera sentimientos de culpa y alimenta las inseguridades. También distancia a la pareja y hace que se cultiven sentimientos de agresividad mutua y de rechazo.
Todo esto nos lleva a pensar que el sexo frecuente es un factor positivo para la salud física y mental. Además, es mucho más saludable cuando está impregnado de expresiones amorosas, de juego y de complicidad. Disfrutar del sexo frecuentemente es, sin duda, un antídoto para cualquier tipo de malestar. ¡Díselo a tu pareja!
