«Ateos es la palabra que designa a todas las personas que no creen en Dios. Sin embargo, aún entre ellos hay diferencias»
lgunos pierden la fe en el camino; a otros, las dolorosas circunstancias se la roban y algunos más nunca la han tenido.
«Ateos es la palabra que designa a todas las personas que no creen en Dios. Sin embargo, aún entre ellos hay diferencias». Así lo dio a conocer un estudio elaborado por la Universidad de Tennessee.
«Felicitaciones, no creyentes. Son como todos los demás» afirmó Thomas J. Coleman III, el investigador a cargo del proyecto a la revista Raw Story.
La idea –dijo– era demostrar que los no creyentes no eran personas esencialmente distintos a los que sí creen.
En ambos casos, existen diferentes «corrientes». Según esta investigación, existen fundamentalmente 6 tipos de personas ateas:
1.Ateo/agnóstico intelectual
Se trata de individuos que buscan educarse a sí mismos por la vía intelectual. Buscan información certera y les interesa sumar conocimiento sobre diversos temas relacionados con la filosofía y la ciencia. Gustan de discutir con argumentos lógicos la imposibilidad de la existencia de Dios.
2. Ateos activistas
Están preocupados por los Derechos Humanos y las luchas de diversidad sexual, medio ambiente, protección animal, feminismo y más. Ven en la religión un enorme riesgo de represión por lo que luchan contra su imposición. No sólo se manifiestan contra ella, sino que consideran que deben convencer a las personas de que Dios no existe. Según el estudio, son los menos narcisistas.
3. Ateo/agnóstico buscador
Estas personas no dudan tal cual de la existencia de Dios, sino reconocen el límite humano y la falta de pruebas para comprobarlo. Por ello, permanecen escépticos a quienes defienden asiduamente la idea de Él, pero también a quienes aseguran que es una farsa. Se mantiene en un punto medio. Según el estudio, muchos de ellos son más felices que los creyentes.
4. Antiteísta
No es que crea, sino que no quiere creer. Opina que la religión y todo lo que deriva de esta es nefasto y que sólo daña a la humanidad, hundiéndola en la ignorancia y el conformismo. Ve en la fe un peligro social, político e intelectual, por lo que abiertamente la rechaza y ataca. Son más radicales que los ateos activistas.
5. No teísta
Nunca han tenido una religión. Desde su nacimiento, es un tema en el que simplemente no han reparado. Por eso permanecen completamente apáticos a la discusiones sobre la existencia de Dios. No fueron inculcados en credo alguno. Carecen de tienen un sistema de creencias trascendental y no tienen problema con ello.
6. Agnóstico ritual
Son personas que no creen pero sí siguen las tradiciones —como Navidad, bautizos, bodas o clases de yoga, meditación u otro tipo de eventos con carácter espiritual— sin estar comprometidos del todo.
«Es útil comprender que los ateos no son todos iguales, de la misma manera que las personas religiosas no son todas iguales», dijo Dave Muscato, miembro de American Atheists, una organización estadounidense que vela por la defensa de las personas ateas.
En el futuro, según los investigadores, podrían contarse hasta 32 tipos de ateísmo. Las cosas van cambiando y las creencias sobre Dios —o una multitud de dioses— también. Lo importante es ser coherente con lo que se cree y cómo se actúa. Intentar convencer a otro de tu postura es inútil y además innecesario para alguien que esté conforme con cómo piensa al respecto.