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Este juego mental entrenará tu mente para Materializar Todo lo que deseas

Según teorías como la de la ley de atracción, que puede resumirse con la frase «creer es crear», el poder de la mente y de los pensamientos es suficientemente grande como para poder conseguir algo comenzando solo por imaginarlo.

Muchas personas, provenientes de diferentes áreas como la biología, la psicología, la medicina o la física cuántica han planteado diferentes formas de explicar cómo es que funciona la relación entre lo que pensamos, deseamos, imaginamos y visualizamos; y lo que finalmente sucede.
El escritor y filósofo newyorkino Robert Anton Wilson fue un paso más allá y diseñó un experimento sencillo de realizar para que cualquier persona pueda explorar este fenómeno por su propia cuenta, proponiéndose imaginar una moneda y luego encontrarla.

A continuación encontrarás una adaptación del experimento. Si lo realizas, no solo podrás aprender más sobre tu mente y plantearte preguntas y respuestas sobre el universo: también obtendrás una herramienta que te ayudará a hacer tus sueños realidad.

¿Cómo funciona?

La etapa inicial de este experimento consiste en intentar utilizar el poder del pensamiento para visualizar y obtener una moneda. Luego de dominar la técnica, podrás seguir practicando, materializando lo que desees.

1. Visualiza vívidamente una moneda. Piensa en todos sus detalles: ¿Cuál es su valor? ¿Cómo es su aspecto? ¿Cuál es su peso? ¿De que material está hecha? ¿En dónde se encuentra? Luego, imagina que caminas por la calle y te encuentras con la moneda.

2. Sal a caminar y busca esa moneda. Continúa visualizándola mientras caminas. No te detengas hasta que la encuentres. Registra el tiempo que te ha tomado.

3. Formula una explicación para lo que ha sucedido mediante la hipótesis de la atención selectiva. Según esta teoría, hay muchas monedas abandonadas en la calle, y si concentras tu atención constantemente en buscarlas, acabarás encontrando una de ellas.

4. Sal a buscar una segunda moneda.

5. Luego de encontrar la segunda moneda, plantéate una explicación diferente a la anterior: la de que la mente lo controla todo, y tú hiciste que esa moneda se manifestase en el universo.

6. Sal a buscar la tercera moneda, guiándote por esta explicación.

7. Compara el tiempo que te lleva encontrar una moneda siguiendo cada una de las hipótesis. Luego, inventa tú mismo nuevos experimentos que te permitan contrastar ambas teorías, la de la atención selectiva y la del poder de la mente sobre la materia. Luego de un mes, relee el experimento y vuelve a sacar conclusiones.

Este experimento no llevará a todos a la misma conclusión, y no tiene una respuesta correcta. Según Wilson, la mayoría de las personas termina más convencida de la segunda explicación. Sin embargo, él explica que cualquiera de estas dos explicaciones es potencialmente un dogma, es decir, que no hay forma de probar que sea la correcta. Por eso, lo más saludable sería no «casarse» con ninguna de ellas, y seguir jugando y experimentando hasta que comprendas cómo programar tu propia mente para que, a su vez, ella pueda programar la realidad tal y como deseas que se manifieste ante ti.

6 consejos para lograr cerrar un ciclo y seguir adelante

Un ciclo es un compilado de momentos vividos, impregnados de sentimientos, agradables o no, a los cuales nos apegamos. En realidad, los ciclos de nuestra vida están interconectados, y mientras uno se está cerrando, otro enseguida se está abriendo.

El problema está cuando nuestra mente se queda atrapada en ciclos pasados, a los cuales ya no pertenecemos. Entonces, nos cerramos a la posibilidad de empezar a vivir nuevas etapas, y nos quedamos estancados: sin posibilidad de avanzar.

1. Entiende que olvidar no es lo mismo que evitar

A veces cometemos el error de no querer pensar en las cosas de nuestro pasado que nos duelen. Tratamos por todos los medios de evadir los pensamientos que nos recuerden aquellos que hemos perdido.

Pero eso es definitivamente una de las peores cosas que podemos hacer. Para poder cerrar un ciclo es necesario recordar, pues evitar lo que nos hace mal sólo logrará que aparezca más adelante.

Además, es imposible olvidar por completo: pero sí se puede recordar sin dolor.

Recordar lo bueno y agradecer haberlo vivido. Recordar lo malo, y aprender de ello. De a poco, de tanto recordar se empezará a sanar.

2. Dile adiós a la culpa

Es normal que, cuando nos enfrentamos ante el cierre de un ciclo que no estábamos preparados para terminar, nos invada un sentimiento de culpa.

La creencia de que no hicimos lo suficiente, de que tal vez, si hubiéramos hecho las cosas de tal o cual manera, el resultado habría sido otro.

Pero en este momento, debemos recordar que el “si hubiera” no existe. Hicimos lo mejor que pudimos, y si las cosas salieron como salieron, fue por algo.

Atormentarnos con lo que podríamos haber hecho sólo cercena nuestra autoestima. Debemos aprender a querernos y asumir nuestras decisiones sin culpa.

3. Perdona

Puede sonar fácil, pero no lo es, sobre todo porque tal vez esperamos una actitud de otro para perdonar. Una disculpa, un gesto.

Lo importante es entender que la decisión de perdonar es personal. Que guardar rencor a la única persona a la que hace daño es a nosotros mismos.

Por eso, si alguien te ha hecho daño y no da ninguna muestra de necesitar tu perdón, tú debes dárselo igual. Sólo así podrás soltar eso que te lastima, pues el rencor pesa dentro nuestro y nos detiene.

4. Deja de buscarle una explicación

A veces las cosas simplemente pasan porque tenían que pasar. Sin más explicación, y sin una respuesta lógica que lo justifique.

La mayor parte de las cosas que nos suceden están fuera de nuestro alcance, y no tienen que ver con algo en particular. Las cosas no siempre son “causa-consecuencia”.

Por eso, en un momento debes decidir rendirte. Dejar de buscar explicaciones donde no las hay, porque esa actividad es completamente desgastante y frustrante. Simplemente, aceptar que las cosas sucedieron y que no tenemos por qué entenderlo: sólo hay que dejarlo ir.

5. Acepta

En relación a todo lo anterior, lo más importante es la aceptación de que no podemos controlarlo todo.

De que pueden suceder cosas sin que nosotros así lo deseemos, y que no podemos hacer nada al respecto: somos humanos y como tales, estamos limitados.

Pero, tal como decíamos, los ciclos de la vida no son definitivos: se superponen y conectan. Aceptar que algo distinto puede llegar a nuestra vida y ser igual de bueno o incluso mejor, nos ayudará a salir adelante.

6. Piensa la vida como un viaje en tren

Una buena manera de dejar ir las cosas es pensar la vida como un gran viaje en tren. cada parada es un ciclo de nuestra vida, pero indefectiblemente, en tren seguirá su curso hasta la siguiente estación.

En el camino puede haber personas que viajen en el mismo tren que nosotros. Algunas se quedarán hasta el final del viaje, y otras se bajarán en la siguiente parada. No importa, otros subirán al tren después.

Nuestro destino está al final de ese viaje, y hay que tener certeza de que siempre algo mejor nos está esperando en el camino.

Este famoso psicólogo te da la fórmula para ser feliz

El psicólogo ruso Mikhail Labkovsky, durante su larga trayectoria, ha estudiado una cosa más que ninguna otra: la felicidad.

“Lo mejor en la vida es la felicidad. La felicidad es la máxima realización personal en el amor, la amistad, la familia, los niños, la profesión: todo lo talentoso que una persona es o puede ser”, dice Labkovsky.

1. Haz sólo lo que quieres hacer

Parece una regla obvia, y de hecho, es la más importante. Sin embargo… ¿Cuántas veces llegas a la hora de acostarte sintiendo que no haz hecho nada de lo que querías hacer ese día?

Muchas veces gastamos nuestro tiempo haciendo felices a los demás, cumpliendo obligaciones, o haciendo cosas innecesarias simplemente porque no nos ponemos seriamente a pensar qué queremos hacer.

Aplica esta regla a todo, desde lo más pequeño como qué comer en la cena, hasta lograr llegar a cosas grandes, como trabajar de lo que verdaderamente te apasiona.

2. No hagas nada que no quieras hacer

Esta regla va en directa relación con la anterior, y tiene que ver con afirmar una verdad irrefutable: tu vida es solo tuya.

No hagas cosas que no quieres hacer porque otro te dice que está bien así, no te dejes llevar por las presiones sociales.

Siempre va a haber alguien opinando sobre cómo debes hacer las cosas, y, dice Labkovsky, si vives haciendo concesiones
sólo ganarás una cita con el cardiólogo. Cuida tu vida, fortalece tu opinión, y no hagas nunca cosas que no quieres hacer.

3. Di lo que no te complace

Acumular emociones negativas no funciona. Estas se quedan dentro tuyo, y te lastiman. Todo lo negativo que acumulas es como un veneno que te corrompe por dentro.

Por eso, cuando algo no te guste, o no quieras aceptar, sólo dilo. No es necesario pelear: simplemente decir la verdad, y cortar de inmediato con eso que no te está agradando.

Si una actitud te ha molestado, márcala. Si te sientes incómodo en una situación, dilo.

La capacidad de construir límites y no soportar un sólo minuto de una actitud que no te gusta será útil en cualquier momento de la vida.

4. No respondas si no se te pregunta

Muchas veces las personas se dirigen a ti de cierta manera buscando una reacción. Tal vez te dicen que lo que estás haciendo no está bien así, te hacen un comentario peyorativo o hasta te insultan.

Cuando eso sucede, es porque la otra persona quiere confrontar contigo. No lo dejes. Simplemente, si no te han hecho una pregunta, no contestes. Sigue haciendo lo que estás haciendo e ignora al agresor.

Evitarás así construir un gran conflicto que el otro quiere generar.

5. Contesta sólo la pregunta

Si alguien te hace una pregunta, limítate a contestarla. No des rodeos ni explicaciones, porque suena a excusa.

Contestar exactamente lo que se te pregunta te hará ver como alguien seguro de sí mismo. Si la persona con quien estás hablando quiere saber algo más, ya te lo preguntará.

6. Cuando se trate de una relación, habla solo de ti

Nuestra relación con los demás es una parte fundamental de la vida. Las relaciones de pareja, de familia, la amistad, son relaciones que funcionan como el cimiento de nuestra vida.

Por eso, es importante cuidarlas y, sobre todo, no herir a la otra persona cuando se trata de una discusión.

Lo que recomienda Labkovsky es, en una discusión, siempre hablar de ti. No le digas a la otra persona todo lo que hace mal, sino cómo te sientes.

En lugar de echarle en cara a tu pareja que no pasa tiempo contigo, dile que te sientes solo cuando no lo ves por mucho tiempo. Hablar de ti es una manera inteligente de abordar un tema, y así podrás explicar lo que sucede sin tener que herir los sentimientos de otra persona.

FUENTE:

Quien se conoce a si mismo no teme a nada mas

Las filosofías de la India y Grecia tienen entre otras cosas algo muy importante en común: la primacía del autoconocimiento. En el oráculo de Delfos sabemos que estaba inscrito la máxima “Conócete a ti mismo” y ésta es la gran cuestión que dominó todo un quehacer filosófico en la antigüedad. Había algo místico en el autoconocimiento, como era explicado probablemente en los misterios de Eleusis, ya que conocerse a sí mismo implicaba conocer la propia alma y su inmortalidad. Conocerse era realmente descubrir un aspecto divino.

En el pensamiento védico, particularmente en el vedanta (en los Upanishad), se llevó esto a últimas consecuencias, hasta el punto de que lo único importante era conocerse a sí mismo y todo conocimiento aparte de esto era ignorancia. El conocimiento del sí mismo no era, sin embargo, como en la actualidad, descubrir el yo original que somos o desarrollar el potencial individual que nos hace auténticos -lo cual domina la espiritualidad new age. Significa alcanzar el Atman, esto es algo similar a lo que llamamos “alma”, pero en un sentido impersonal. El Atman para el Vedanta, no es una persona, es aquella universalidad infinita que se manifiesta como el mundo de la diversidad sin nunca cambiar, libre de toda afectación, muerte o sufrimiento. Atman es para el vedanta igual a Brahman, dios, lo absoluto. En otras palabras lo que se dice es que quién realmente somos es nadie, pero ese nadie es todo. Y el Atman se alcanza entonces fundamentalmente a través de una vía negativa, eliminando todo lo que no somos, todas las ilusiones de la persona con las que nos identificamos y así limitamos.

Desde la perspectiva del tantrismo Shaiva, la noción de los “Upanishad” que considera que Atman es Brahman deriva en la noción de que el individuo en realidad es el todo y es una experiencia de gozo que el todo tiene (Shiva). Si la realidad del individuo es el todo, si esto se comprende, entonces naturalmente el miedo desaparece. Ya que el miedo sólo existe en torno a un otro.

Swamiji Lakshmanjoo, uno de los últimos maestros del tantrismo shaiva de Cachemira, explica unos versos de Abhinavagupta, quien señala que “Aquel que ha logrado conocer su propio Sí mismo, esa persona ya no le tiene miedo a nadie”. Y no le tiene miedo porque “Sus ramas se esparcen por todas partes. No puedes tener miedo de ti mismo”. Desde este entendimiento ningún fenómeno es recibido con miedo, todo es visto como “el glamour de su manifestación”, el universo como un inmenso ornamento del ser que se expande y manifiesta en toda su gloria y diversidad sin preferencia. Por supuesto esto es algo sumamente difícil de lograr -estabilizar este conocimiento-. Y, sin embargo, no hay otra cosa que realmente valga la pena en la vida, según estas tradiciones. Sólo esta sabiduría libera. Aunque nos pueda parecer sumamente remota, todo los grandes maestros espirituales de la humanidad han notado esto: que el yo separado al que nos aferramos es una ilusión, que nuestra verdadera naturaleza es ilimitada y comprende el universo entero, el cual es un único ser hecho de pura conciencia y dicha.

5 Grandes afirmaciones que nos impiden ser felices

La publicidad y los valores actuales se encargan de recordarnos que somos únicos, especiales, que cada pequeña decisión que tomamos es parte de un rompecabezas que se convierte en el camino de nuestra vida, por lo que todo está conectado.
Aunque eso intenta decirnos que aprovechemos nuestra vida y busquemos sólo lo que nos hace felices, también nos obliga a vivir con la presión de hacer siempre lo que nos mueva adelante, transformándonos en personas ansiosas y a veces depresivas que creen que nunca alcanzarán esa felicidad total.

Durante nuestra vida nos mentimos para sentirnos bien con lo que tenemos, lo que somos y lo que nunca llegamos a hacer.
Sin embargo, a veces es buena un poco de autocrítica, incluso en los buenos sentidos, para recordar que no somos perfectos y no debemos buscar esa perfección, que si el destino existe, no es un camino que se recorre en línea recta, sino que hay muchos atajos y desvíos antes de llegar al punto final.

¿Cuáles son esas cosas que creemos y en verdad no son tan así?

Si tuviera “X” ahora sería feliz

Biológicamente estamos diseñados para buscar más y nunca estar realmente satisfechos. Así pasa toda nuestra vida, de pequeños creemos que es terminar la primaria o la secundaria y alejarnos de esas personas que nos molestan. Después es encontrar el trabajo que queremos, viajar tanto como soñamos, casarnos o tener hijos.

Creemos que hay un punto máximo de felicidad que llega de la mano de esos eventos, pero si así fuera, el resto de la vida sería una decepcionante ida en picada. Necesitamos dejar de creer que algo nos hará felices y simplemente buscar la felicidad mientras nuestras metas y objetivos cambian.

Si tuviera más tiempo haría lo que de verdad quiero

Mientras sigamos creyendo el mantra de “el tiempo es dinero”, no dejaremos de atormentarnos con la forma en que lo administramos. Tal vez vemos nuestro pasado y nos recriminamos por haber perdido tantos días de nuestra adolescencia sin hacer algo provechoso, pero tal vez ahora vemos que nuestro tiempo se va completamente en trabajar y que si tenemos un poco de tiempo libre, no lo invertimos en nuestras pasiones o en las personas que queremos, simplemente buscamos cómo generar más y más dinero.

 Si en realidad quieres hacer algo, lo haces y ya. No dejes que ilusiones y expectativas te impidan hacer lo que amas.

Necesito a alguien para ser feliz

La búsqueda eterna por el amor comienza desde antes de que lo sepamos, y aunque muchos quieren culpar a los cuentos y películas que amamos cuando somos pequeños, es mucho más complejo que eso. El sueño del príncipe azul o la idea de que necesitamos tener sexo para probar algo con nosotros y nuestros amigos es el primer paso en una serie de decepciones en las que el amor se disfraza de felicidad.

Claro que el amor te puede hacer feliz, pero no debemos creer que es la clave de la felicidad por más que nos lo digan. Tener una pareja ayuda muchísimo, pero mientras más entendamos que la felicidad debe surgir de uno mismo y no de la condición de estar con alguien más, las relaciones verdaderas mejorarán y la gente se hará menos daño.

Todo lo que me sucede es malo

Hay buenos y malos momentos en la vida. A veces podemos ser muy felices incluso cuando todo parece ir mal y otras veces la tristeza se apodera de nosotros cuando todo es perfecto. No debemos creer que nuestra vida es un completo desastre del que no hay escapatoria o que por fin tenemos la vida deseada que siempre quisimos.

Hay algo seguro en la vida y es el cambio, siempre estamos en constante movimiento y es mejor aceptarlo que negarlo. Si un día te sientes en el punto más bajo de tu vida, recuerda que es momentáneo y que las cosas cambiarán

Si digo o hago algo, los demás pensarán mal de mí

La triste realidad es que hay muchas personas que se dejan llevar exclusivamente por lo que otros dicen o esperan de ellos. Parece muy fácil negar eso, decir que nunca cambiarías tu vida por las expectativas de amigos o parejas, pero el poder de la familia en este sentido también es muy poderoso.

Hay gente que estudia algo por la presión de sus padres, que se queda con una pareja por lo que los demás esperan y que nunca se mueve de su ciudad por miedo a enojar a alguien más.

Debemos vivir de la mejor manera posible, fieles a nosotros mismos y sin miedo de fracasar, sólo así podremos entender que muchas veces lo que nos paraliza por años no es más que una nimiedad ante lo que realmente podemos alcanzar. Claro, nunca dejes de preocuparte por los demás, ayudar y apoyarte en ellos.

La edad a la que empezarás a cuestionar toda tu vida

Casi todos hemos escuchado sobre las crisis de mediana edad, cuando las personas se sienten extremadamente presionadas por sus responsabilidades laborales, y en algunas ocasiones sus responsabilidades como padres o esposos.

Esto a veces los lleva a tomar decisiones apresuradas y a sufrir cambios dramáticos de personalidad.
Pero este tipo de crisis de identidad no afecta solo a las personas de mediana edad. De hecho, los expertos están observando que cada vez más personas menores de 30 años están sufriendo de lo mismo, y lo han llamado la “crisis del cuarto de vida”.

Según los especialistas, se define como un periodo de inseguridad, dudas y decepciones con respecto a tu carrera, tus relaciones y tu situación financiera. Estas dificultades provienen de los cambios relacionados con la transición de la adolescencia a la adultez y todas las responsabilidades que esto implica, como la adquisición de una vivienda y el futuro de tu carrera laboral.

Si crees que estás sufriendo una crisis de cuarto de vida o temes que podrás sufrirla, esto es lo que los especialistas te recomiendan.

Deja de compararte con los demás

Esta es una forma segura de sufrir decepciones. Cada quien tiene su camino y su propia forma de alcanzar el éxito. Así que no te compares con los demás, ellos probablemente han sentido lo mismo por ti alguna vez.

Sé amable contigo mismo 

Esta crisis no durará para siempre, serás capaz de superarla y al final seguro resultará una experiencia positiva de la que saldrás fortalecido.

Habla con los demás 

Hablar con los demás sobre lo que sientes te ayudará a encontrar la causa y a calmar tus emociones. Lo ideal sería tener el punto de vista de alguien imparcial, que tenga experiencia en tu industria profesional.

Por supuesto, no todas las personas sufrirán una crisis de cuarto de vida, pero si tú la estás sufriendo o conoces a alguien que la sufre, es importante saber que es un periodo pasajero que, aunque sea difícil, te ayudará a encontrarte a ti mismo y darle dirección a tu vida.

8 claves para superar los tiempos difíciles

Los tiempos o momentos difíciles son eso: momentos. Así como han llegado, en algún plazo más o menos largo, se irán o bajarán su intensidad. ¡Por eso siempre hay que seguir adelante! Aquí podrás ver algunos consejos para ayudarte a atravesar este aprendizaje que la vida te ha puesto adelante para demostrarte que la vida es única y está ahí esperando que la disfrutes en cada minuto que te regala.

1. Distráete

A veces, cuando estamos mal, malhumorados o tristes, no hay nada que pueda sacarnos de ese estado. Por eso, lo mejor es pensar: ¿qué es lo que me haría sentir mejor? ¡Y hacerlo! Puede ser comer algo rico, visitar un amigo, ir a pasear en bicicleta, dormir, mirar una película, ¡o cualquier cosa! Lo importante es desconcentrar la atención que tienes puesta en lo que no anda bien, no porque eso vaya a desaparecer, sino para darte un poco de aire y amor a ti mismo.

2. Acéptalo

Sí, acéptalo. No siempre todo sale como queremos. A veces la vida tiene un aprendizaje para nosotros y a veces no es desde el amor, sino desde el dolor. Negarlo no nos hará atravesarlo. Sobredimensionarlo, tampoco. Aceptarlo es un proceso que puede tomar tiempo, pero es el mejor camino para entender qué podemos entender de esto que nos pasa, crecer y seguir adelante más fortalecidos.

3. Rodéate de quienes más te quieran

Si estás un poco triste, o atravesando un momento difícil, tus amigos, familia y/o pareja serán tu mejor compañía. Ellos te conocen, y saben cómo ayudarte a sobrellevar esto. Pídeles ayuda, aunque ya sea solo salir distraerse un poco, o darte ese abrazo que necesitas.

4. Date permisos

A veces nuestra propia sobreexigencia puede hacer que querramos seguir haciendo todo lo que solemos hacer, y con la misma energía, ¡cuando no nos sentimos así! Los tiempos difíciles a menudo son momentos para hacer silencio, detenerse, mirar hacia adentro, y permitirse estar mal, no tener tantas ganas de hacer algo, querer estar solo, o cualquier otra cosa.

5. Piensa paso a paso, día a día

La mejor manera para destrabar algo que parece muy pesado de atravesar es pensar día a día. Concentrarse en cada momento, en cómo poder hacer un esfuerzo para estar mejor hoy. La práctica de meditación, en eso, puede ayudarte.

6. Prueba nuevas experiencias

A veces, una buena manera de romper con una «mala racha» es literalmente romperla. Esto quiere decir, hacer algo por fuera de lo habitual. Comenzar una actividad nueva, irse de viaje, probar un nuevo sitio donde ir a pasear, etc. Nuevas experiencias te ayudarán a tener más perspectiva y ver las cosas de otra manera.

7. Observa

Mira a tu alrededor. Observa tu vida, tu familia, y todo lo que te rodea, también material. Todo nace y luego muere, es un ciclo. Y por eso, esto que hoy tanto te aqueja tiene fecha de vencimiento. Verás que pronto pasará y volverás a sentirte bien. ¡Adelante!

4 pasos para terminar una relación sin que se terminen odiando

Las cosas no funcionaron y saben que no pueden volver a lo que alguna vez fueron. Tal vez aún hay amor, pero simplemente las cosas no funcionan, sin embargo ninguno toma acción y termina la relación, aunque ambos saben que es lo mejor que podrían hacer.

Hay muchos factores que se deben tomar en cuenta al terminar una relación –si es algo mutuo o personal, la urgencia con que se termina, la situación en la que se encuentran e incluso la personalidad de cada uno, pero aunque no hay una forma perfecta de terminar (no se trata de ganar un juego sino de despedirse del potencial amor de la vida), sí hay ciertos caminos que se aconsejan tomar.

1. Confronta directamente

 Un análisis de la doctora Susan Krauss demostró que de varios métodos para terminar una relación entre los que se encuentran dejar de hablar con la parejamanipular a la pareja para que termine la relación esperar a que la pareja haga algo imperdonable para entonces terminar con excusas, el de confrontar directamente y tener “la plática” es siempre la más efectiva.

2. No huyas

Hablar con tu pareja no implica que las cosas serán fáciles. Tal vez tú sabes lo que quieres y sabes que todo se acabó, pero la otra persona tiene que procesarlo y no importa cuánto uses la lógica, el dolor y el sentimiento de traición puede activarse en cualquier momento, por lo que debes soportar los reclamos y seguir ahí.

3. No involucres a otras personas

La verdad siempre es importante, pero si la relación se termina por alguien más, no la menciones en ese momento. No hagas a alguien más desdichado en su momento más bajo. El problema es entre ustedes dos y no debes arrastrar a alguien más a esa tormenta que no acabará nada bien.

4. No mantengas contacto después

Deja de hacerle daño a la otra persona al seguir como un fantasma. Tal vez te quieres asegurar que está bien y crees que si te alejas poco a poco así será mejor, pero en estos casos lo mejor es arrancar el pasado de forma rápida. Sal de su vida y deja que esa persona sea feliz sin ti. Esto también implica no sugerir ser amigos.

Seguramente será una de las cosas más difíciles que tengas que hacer. Tal vez recuerdes el dolor cuando te lo hicieron a ti y si es así, recuerda que no quieres que nadie se sienta de esa forma por tu culpa. Acepta las consecuencias y encuentren la felicidad lejos uno del otro.

Test: ¿Qué ves? Lo que veas primero revela cómo será tu futuro

Quizás puedas haberte cruzado alguna vez con alguna persona que tuvo la intención de ‘leerte el futuro’ por un precio, incluso en la televisión se ven algunos videntes demostrando sus ‘habilidades’ para la lectura. Todo ello estaría contemplado dentro de la futurología, una disciplina encargada de estudiar a fondo las posibilidades o probabilidades.

Pese a que muchos creen en ella a ciegas, muchos otros dudan de en donde situarla: ¿es una ciencia, es un arte, o es mera adivinación? Mientras la historia estudia el pasado, la futurología se encarga de descifrar los misterios del futuro.

Hasta el momento no se ha desarrollado la habilidad para acceder al conocimiento escondido del cerebro, y aunque es verdad que sí hay personas dotadas con la habilidad de leer el futuro, no todas pueden hacerlo.

Este test definirá las decisiones que tomarás en el futuro según lo que interpreta tu inconsciente, y cada parte de él representa lo que el destino te depara.  Observa bien la siguiente imagen.. ¿Qué ves?

El Caballo

Es una de las primeras cosas que saltan a la vista: un militar cabalgando hacia la batalla. Es fuerte, eufórico y muy orgulloso, emociones que provocarán el éxito cercano que estará a la vuelta de la esquina.

Según se revela, estarías finalizando un proyecto importante o una decisión que te llenará de orgullo y alegría, pero por desgracia será un éxito aparente. Deberás revisar tus valores fundamentales, motivaciones y deseos a alcanzar, ya que es posible que en tu galope por triunfar, puedas perder cosas más importantes en el camino.

El Jinete

Esta imagen ocupa la parte central del cuadro. Está concentrado y listo para iniciar la batalla y concentrado en el presente. Este personaje representa un presente inesperado, por ello debes abrir todos los sentidos para recibir lo que depara el destino, ya que no estarías preparado para ello.

Puede aparecerte una oferta de trabajo inusual, un beneficio que no consideraste o una persona nueva en tu camino, y lo más probable es que aquello que anhelas ahora mismo, se convierta en realidad.

La Cara

Es una pequeña ilusión óptica creada con los detalles de las partes anteriores, y da la impresión de crear una cabeza con el rostro de un noble guerrero de la Europa Oriental. Ello apuntaría a que tu presente es ahora difícil de aguantar, pero no debes dudar ni tener miedo, ya que pese a que parece que tu situación no tendrá fin, estarías a pocos momentos de que cambie.

Si en cambio vives buenos momentos, debes esperar que estos mejoren aún, ya que el rostro te depara buena fortuna.

El ejército

Algunos suelen fijarse en las zonas del fondo, donde aparece un conjunto de hombres, que da un efecto espeluznante. Si lo primero que viste fueron los soldados, quiere decir que tu camino al éxito es lento pero seguro y cuidadoso.

Es posible que enfrentes diversos obstáculos que te harán rendir, pero ¡No lo hagas!, porque la buena fortuna te espera.