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5 sencillos pasos para conseguir la paz interior

Tan necesaria como a veces difícil de alcanzar, así es la paz interior. Vivimos en una sociedad donde no paramos quietos ni un solo momento. Tenemos todo tipo de preocupaciones diarias que lo único que consiguen es que nuestra mente rebose hasta decir “basta”.

Tan necesaria como a veces difícil de alcanzar, así es la paz interior. Vivimos en una sociedad donde no paramos quietos ni un solo momento. Tenemos todo tipo de preocupaciones diarias que lo único que consiguen es que nuestra mente rebose hasta decir “basta”.

Alcanzar la paz interior

¿Cómo conseguir esa ansiada paz interior? Basta con seguir cinco simples pasos. ¿Quieres conocerlos? Pues sigue leyendo a continuación. Seguro que harán que tu vida sea mucho más placentera.

1. Preocupaciones

Esto es algo que mucha gente pasa por alto, pero es uno de los factores más importantes para sentirse mejor con uno mismo. Cada vez que te veas desbordado por todo tipo de frentes abiertos (trabajo, pareja, hijos etc…) intenta delimitar el problema en sí y ver si tiene solución (que seguro que lo tiene).

De esta forma conseguirás focalizar tu atención en lo que realmente te preocupa, para que después le busques una forma de solucionarlo. Muchas veces te darás cuenta de que es más fácil de lo que parece y que el problema tampoco es “para tanto”.

2. Respiración

Es importante mandarle órdenes a tu cuerpo de que todo está bien. Y es que cuando sufrimos de ansiedad o de estrés, nuestro ritmo cardíaco aumenta y respiramos más activamente. Esto provoca una situación de malestar o fatiga general.

Ante esto, lo único que tienes que hacer es respirar profundamente y relajarte un poco. Una buena forma de hacerlo es ponerte la mano en el estómago y contar las respiraciones. Así sentirás como una sensación de placer y bienestar recorre tu cuerpo.

3. Pensamientos positivos

¿Qué mejor forma de sentirse bien con uno mismo que pensarlo e imaginarlo? Y es que si “inundáis” vuestra mente de positivismo y de pensamientos optimistas, quizás esto os ayude a sentiros mejor a corto plazo. Imaginaos a vosotros mismos en una playa del Caribe, en pleno verano, y sin preocupaciones. ¡Seguro que os sienta bien!

4. Ejercicio y movimiento

Puede sonar paradójico que, para que puedas relajarte, tengas que moverte un poco. Sin embargo, os decimos que esto es completamente cierto. Intentad hacer un poco ejercicio a través de vuestro deporte favorito y de forma asidua. De esta forma conseguiréis “desconectar” de vuestros problemas mientras os ponéis en forma para el verano.

5. Conciliar el sueño

Una de las formas de que tanto el estrés como la ansiedad se manifiesten es través del insomnio. Muchas personas no pueden dejar de pensar en sus problemas y en todo lo que tienen que hacer, y de ahí que no puedan descansar tanto el cuerpo y la mente a la hora de irse a dormir.

Si pertenecéis a este grupo, te recomendamos que antes de ir a la cama, tomes un té de hierbas caliente (como valeriana) para así conciliar mejor el sueño y con él la paz interior.

5 beneficios que la creatividad le aporta a tu vida

La creatividad es una forma de ayudarnos a sentirnos útiles y a crecer como personas, por lo que también nos puede servir de terapia para aquellos momentos más depresivos

La creatividad es una facultad que todos los seres humanos tienen en menor o mayor medida.

El término está relacionado con la capacidad de crear obras artísticas, pero también abarca esas habilidades que permiten ver el mundo de forma diferente para buscar soluciones a aquello que parece no tenerla.

El cerebro está dividido en dos hemisferios y cada uno tiene una función especial. El derecho es el responsable del pensamiento creativo, mientras que el izquierdo se encarga del trabajo racional.

Teniendo esto en cuenta, se descarta que haya personas que no tengan algún tipo de creatividad. El hecho de no desarrollarla tanto como otros no quiere decir que no exista.

A menudo se aconseja estimular esta cualidad desde la infancia, ya que es la forma más eficaz de conservarla por el resto de la vida.

No obstante, siempre es bueno sacarla en su máxima expresión en todas las edades para disfrutar de una serie de efectos positivos que tiene para el bienestar general.

A continuación revelamos los 10 beneficios de los que toda persona puede disfrutar cuando potencia su creatividad. ¡Conócelos!

1. Construye y mejora la autoestima

Potenciar la creatividad es una de las mejores formas de animarse a crecer como persona y aumentar la capacidad para creer en uno mismo.

Hacer actividades creativas o dejar fluir las ideas puede solucionar muchos problemas y encaminar hacia el éxito, aumentando de forma significativa la autoestima.

2. Ayuda a aliviar el estrés

Funciona como una herramienta terapéutica para aliviar las emociones negativas como el estrés y la depresión.

Crear e inventar es una forma saludable de ocuparse y alejar esos pensamientos dañinos que impiden disfrutar la vida y sus instantes.

3. Desarrolla la comunicación

Este punto beneficia en especial a los niños. Muchos de ellos tienen dificultades para manifestar sus sentimientos y suelen expresarse con actitudes inadecuadas.

Al permitirles dejar salir sus ideas y plasmarlas en alguna actividad creativa, ellos poco a poco desarrollan una forma de comunicación que facilita el acercamiento.

4. Mejora las relaciones sociales

Por facilitar la expresión de las emociones y las ideas, muchos mejoran su capacidad para relacionarse socialmente.

La creatividad influye de forma directa en la personalidad de cada uno y deja salir a flote cualidades que permiten destacarse en el entorno social.

5. Fomenta la integridad

Una de las principales características de la vida de las personas creadoras es que siempre sienten la necesidad de potenciar su integridad en lo personal y a nivel laboral.

Esto lo consiguen tratando de conservar su esencia y buscando todo tipo de soluciones para conquistar eso que desean lograr.

El ser creativo hace sentir a la persona realizada y le da confianza para hacer miles de cosas aprovechando sus talentos.

Test: ¿Eres más Yin o más Yang?

La filosofía básica de Yin Yang

De acuerdo con Yin Yang y su filosofía sobre el universo, todo lo que existe es constante y a la vez cíclico. Cuando una fuerza domina, luego se sustituye por su fuerza opuesta. Esta actividad continúa y se repite constantemente con el tiempo.

Algunos ejemplos que ilustran la filosofía de Yin Yang son:

  • Vida y muerte
  • Noche y día
  • Cielo y tierra
  • Salud y la enfermedad
  • Oscuridad y luz
  • La pobreza y la riqueza
  • Ciclo de las estaciones: frío a caliente
  • El símbolo Yin Yang

El símbolo del Yin y Yang, también conocido como el Chi Tai o símbolo Taiqi, consiste en un círculo igualmente dividido en dos secciones, una blanca y otra negra, por un  S en forma inversa. Dentro de la sección de negra hay un pequeño círculo de color blanco. Dentro de la sección blanca hay un pequeño círculo de color negro. Cada uno de los aspectos individuales del símbolo de Yin Yang tiene un significado concreto que explicamos a continuación.

Simbolismo de las partes del Yin Yang

El círculo exterior

El círculo exterior del Yin Yang representa todo en el universo y el universo mismo. Abarca la dualidad de todo lo existente.

La sección Negra

El área de color negro representa Yin con las siguientes características:

  • Femenino
  • Pasivo
  • Intuitivo
  • Luna
  • Oscuro
  • Engaño
  • Frío
  • Sumisión
  • Facilidad
  • Movimiento descendente
  • Noche
  • Suave
  • Quietud
  • Río

La sección blanca

El área blanca representa el Yang, y tiene las siguientes características:

  • Masculino
  • Activo
  • Lógico
  • Brillante
  • Sol
  • Ligero
  • Creación
  • Dominio
  • Movimiento hacia arriba
  • Fuerte
  • Caliente
  • Expansión
  • Difícil
  • Movimiento
  • Montañas

Las secciones en blanco y negro juntas

En conjunto, las áreas blancas y negras representan la interacción de las energías que se encuentran en todas las cosas. Ambas ilustran la naturaleza cíclica del Yin y el Yang y todo lo que representa.

Los círculos pequeños blanco y negro

Situados en las áreas de sus colores opuestos, los pequeños círculos muestran que nada es absoluto. En cada una de las fuerzas opuestas hay una pequeña parte de la otra. En todo el Yin hay una parte de Yang y viceversa.

Esto es válido para todo en el universo, por ejemplo, en cada mujer hay un poco de sexo masculino y en todo lo bueno hay un poco de mal. Nada en el universo o en la vida, es simplemente negro o blanco. Cada uno existe en el otro y cada uno necesita del otro para existir.

La forma S que separa las dos áreas

En lugar de una línea recta que divide las dos mitades, hay una línea en forma de una suave S invertida que fluye. Ambas partes dan el uno al otro y se empujan entre sí, ilustrando la dependencia de cada uno en el otro. Donde el Yin se hincha en tamaño y altura, el Yang comienza a emerger. Donde el Yang continúa creciendo en tamaño y altura, el Yin emerge una vez más mostrando que cada uno sostiene al otro en su ciclo sin fin.

El Yin Yang Significa: Armonía y Equilibrio

Así pues, de acuerdo con los principios taoístas, las fuerzas de todo en el universo están en constante movimiento. A medida que el movimiento continúa, cada una de las fuerzas de la energía cambia gradualmente a la otra, del Yin al Yang y del Yang al Yin.

El Yin y el Yang son dos mitades que juntas completan un todo. El Yin y Yang son también el punto de partida para el cambio. Cuando algo es un todo, por definición, es inmutable y completo. Así que cuando se divide en dos mitades como en el Yin Yang, se altera el equilibrio de la totalidad. Esto hace que ambas mitades se “persigan” mientras buscan un nuevo equilibrio entre sí.

La palabra Yin viene a significar “lado oscuro” y Yang “lado soleado”.

¿Autoestima baja? 7 pasos para subir tu autoestima por las nubes

El autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos, a partir de las experiencias de vida que hemos tenido. Aunque muchos no se dan cuenta, de ella depende en gran medida nuestra capacidad para triunfar y afrontar situaciones complicadas.

No sólo tiene que ver con la manera en la que nos sentimos cuando pensamos en nosotros mismos. También tiene que ver con nuestra capacidad de reacción ante las cosas que nos suceden.

Tomar control de nuestra propia vida y sentirnos satisfechos con ella nos permitirá alcanzar nuestros objetivos y sueños. Entender eso

1. Sé realista con tus objetivos

Soñar a lo grande es fantástico. Las grandes metas en la vida ayudan a que uno tenga motivos para levantarse todas las mañanas.

Sin embargo, ser realistas es importante. Puedes tener como objetivo llegar al escalón más alto de tu trabajo, pero tienes que ser consciente de que, antes, deberás pasar por todos los anteriores.

Si te planteas obtener objetivos inalcanzabes y, como cabe esperar con esos objetivos, no los alcanzas, sentirás que has fallado. En cambio, si te pones pequeñas metas a la vez, en el momento en que llegues a ellas te sentirás genial.

2. Haz cosas con sentido

Es normal que un mundo acelerado, lleno de presiones, hagamos muchas cosas por inercia. Simplemente porque son un ítem de la agenda que hay que cumplir.

Pero si quieres sentir que eres verdaderamente dueño de tu vida, debes empezar a preguntarte para qué haces lo que haces. Así, podrás enfocarte en aquellas cosas que realmente le aporten un sentido a tu vida.

 

3. No minimices tus logros

Cada vez que logres alcanzar un objetivo que te hayas propuesto, por pequeño que pueda parecer, siéntete orgulloso de él. Recuérdate que lo has logrado porque primero te lo has propuesto, y luego porque has trabajado por él.

Eso es mucho más que nada, y es muy importante.

Todo logro es un motivo de alegría, y no debes dejar de darles la importancia que tienen. Sino, nada de lo que hagas te parecerá suficiente.

4. No te compares

En el mundo de las redes sociales, todo el mundo comparte lo perfecta que es su vida. Puede ser una verdadera droga, el ver cómo a los demás les va fantástico mientras que a ti te va fatal.

Pero no te dejes engañar: todos sufrimos, todos tenemos inseguridades y fallamos a veces. No eres perfecto y nadie lo es, así que deja de compararte con los demás.

Enfócate en lo que tú quieres lograr, y en las herramientas que tienes para hacerlo. Los objetivos y las herramientas de los otros… ¡No son tu problema!

5. Piensa en el corto plazo

Es importante tener siempre un norte al cual apuntar, y el que tener como guía de nuestro camino. Pero no tiene sentido pensar sólo en el futuro lejano, sin preocuparnos por el aquí y ahora.

Si no piensas en el corto plazo, siempre sentirás que estás demasiado lejos de tus deseos, y eso no es bueno para tu autoestima.

Así que ponte pequeños desafíos inmediatos. ¿Qué puedes hacer mañana mismo que te haga bien y te acerque a tus metas? Pues ve y hazlo. Verás cómo tienes una sensación de realización que te hará sentir mucho mejor.

 

6. Controla el estrés y la ansiedad

Las altas dosis de estrés hacen que caigamos en un pozo anímico una vez pasado el momento. Es natural, y está relacionado con las hormonas que libera nuestro cuerpo cuando estamos sometidos a demasiada presión.

Por eso, intenta tomarte las cosas con calma. No importa qué tan importante sea ese trabajo, no es el fin del mundo. Hazlo, sí, pero mantén el foco claro y no te dejes aplastar por la ansiedad.

Verás que disfrutas mucho más el proceso, y te sientes mejor cuando lo terminas.

7. Enfócate en lo que te hace feliz

Puede parecer cliché, pero la mejor herramienta que tienes para mejorar tu autoestima es concentrarte por un momento en lo que verdaderamente te hace feliz. La sensación de no ser suficiente en general está ligada a las expectativas de los demás.

Es decir: te sientes mal porque crees que no cumples con las expectativas que crees que los demás esperan de ti.

En vez de pensar en qué es lo que quieres, te dedicas a ver qué quieren los demás de ti y, si no lo cumples, te desanimas.

Empieza a preguntarte qué esperas tú de ti mismo, y entonces, aplica los consejos anteriores. Pero siempre teniendo claro que el camino lo marcas tú mismo y tus deseos más íntimos.

Cómo identificar fácilmente a un envidioso

Dicen que la envidia es la serpiente del jardín. Existen esas “amistades” que uno no sabe realmente si son sinceras o si en realidad son personas dispuestas a atacarte en lo que para ti es un ambiente de paz y tranquilidad. Los celos son algo horrible, pues a diferencia de ciertas mentiras o comportamientos, pueden significar más de lo que aparentan.

Hay gente que puede celar tu vida, tus logros, tus relaciones y hasta tu pasado; y no siempre son malas personas. A veces son gente sincera que tiene un trauma o un pasado problemático y ve en ti algo que perdió hace mucho, sin embargo ahora te mostraremos las señales del otro tipo de persona celosa, esa que siente envidia de tus pequeños logros y sólo es una carga tóxica en tu lista de relaciones.

No se entusiasma

Cuando logras algo importante en tu vida, tus amigos deberían alegrarse sinceramente por ti. Tal vez al notar que estás logrando ciertas metas antes que ellos puedan sentirse un poco mal, pero al tratarse de una amistad, rápidamente se deben dar cuenta de que eres una motivación, por lo que te felicitarán sinceramente.
La persona celosa, por otro lado, al no ser el centro de atención hará caso omiso a tus noticias, pero siempre querrá que tú te emociones por lo que pasa en su vida.

Arruina tus sueños

La vida no es una historia en tres actos. Muchas veces tenemos distintos intereses y cambiamos nuestra forma de ser mientras crecemos, por lo que seguramente más de una vez te has entusiasmado con uno o más proyectos que nada tienen que ver con los anteriores. Las personas celosas harán que tus ideas, por más descabelladas que parezcan, sean reducidas a un simple momento insignificante.

Aprende la diferencia entre quienes buscan mantener tus pies en la tierra y entre los que buscan enterrar tus ideas.

Copian tu felicidad

Una estrategia aún más siniestra. Para evitar que notes los celos que te tienen, tal vez imiten el mismo grado de felicidad que tú tienes. Son personas que parecen más emocionadas incluso que el protagonista de la noticia, pero su sonrisa forzada esconde una actitud violenta que a veces puede aparecer.

Te critica

Una persona envidiosa no perderá la oportunidad de criticarte en público, sobre todo cuando se trate de algo que tienes en mente. Tal vez diga frente a todos tus amigos cómo eres incapaz de hacer algo o no tienes el talento suficiente para haber llegado hasta donde estás. Lamentablemente esta es una característica típica en relaciones familiares.

Te dan malos consejos

Lo harán apropósito y sin tocar su corazón. Tal vez tú confías en ellos por ser parte de tu equipo de trabajo o porque tienen los mismos intereses y habilidades, pero en lugar de ayudarte y ser buenos amigos, te mandan por el lugar equivocado en su intento de hacerte fracasar.

Celebran tus fracasos

“Te lo dije” es una de sus frases favoritas. Estas personas tienen un brillo especial en los ojos cuando fracasas en algo. Tal vez no te lo digan, pero a tus espaldas estarán realmente felices de que no hayas conseguido ese asenso o que tu relación haya terminado: si puedes percibir eso, es probable que alejarte sea lo mejor para ti.

Están ausentes en tus logros

¿Has notado que hay personas que parece que siempre están en las malas pero nunca en las buenas? Tal vez su envidia no les permite verte triunfar o ser feliz. De nuevo, a veces no lo hacen de forma consiente, pero buscan cualquier excusa para evitar enfrentarte en tus momentos más altos.

Hablar con esas personas e intentar arreglar cicatrices del pasado es una buena idea. Una plática verdadera puede arreglar todo tipo de amistades, pero si realmente no encuentras la forma de mantener esa relación lo mejor es que te alejes y te nutras de las personas que si llegan a sentir envidia de ti siempre será por buenas razones

3 claves para desarrollar la inteligencia emocional

Hace poco tiempo que la inteligencia emocional comenzó a ser relevante en el ámbito psicológico. Hoy las escuelas buscan educar emocionalmente a los niños, pero lamentablemente la principal educación de este tipo viene de casa y al ser compleja y no dar resultados que sirven para los propósitos antes mencionados, muchos la dejan de lado, pero su importancia es clave para el éxito de muchas personas.

La inteligencia emocional consiste en identificar y administrar tus emociones y las de otros. Ser perceptivo a los sentimientos de los demás y no dejarse llevar sólo por los datos duros, sino dar paso a la interpretación y la emoción.

La comprensión emocional, la habilidad para usar emociones al pensar y resolver problemas y la habilidad de controlar las emociones son básicas para tener una buena inteligencia de ese tipo, pero hay otras claves que nos pueden servir desde niños hasta el último día de nuestras vidas para crecer como personas emocionalmente inteligentes.

1. Calmarse y explicar

Cuando algo no te parece o no sale tal como debería haber salido, puedes entrar en conflicto, contrariarte y perder los estribos. Una forma de mejorar es explicarte paso por paso qué es lo que sucedió y por qué no dio los resultados que querías. Puede que tardes en dar en el clavo, pero el análisis, aunque no llegue fácilmente, te hará entender que nunca tendrás el control completo de las cosas, y así podrás soltar mucho que no depende de ti. Tristeza, rabia y enojo pueden ser reemplazadas al tener la mente iluminada.

2. Ser empático

Hay odio en todas partes, pero nunca es bueno responder odio con más odio. A veces, aunque sepamos que alguien no tiene la razón, es bueno ponerse en sus zapatos e intentar entender por qué dicen eso o toman esas decisiones. La mayoría de las veces encontrarás que son problemas de comunicación o el haber crecido en distintos contextos, eso también te ayudará a ver que tal vez muchas de tus creencias pueden ser contrariadas por otras personas y que no existe una verdad universal.

3. Reaccionar

Podemos caer en los mismos errores, pero mientras nuestra reacción sea distinta y siempre enfocada a mejorar y ayudar, nos daremos cuenta de que nuestra inteligencia emocional crece. Oscar Wilde alguna vez dijo: “la experiencia es simplemente el nombre que le damos a nuestros errores”.

Somos nuestras acciones y repetir patrones es parte de nuestra inteligencia emocional. Hay que tomar acción, planificar y ejecutar de otra forma, y esos nuevos caminos nos abrirán los ojos a nuevas emociones y experiencias.

Busca dentro de ti qué es lo que te da miedo, qué es lo que no soportas, qué es lo que desconoces y cómo enfrentar esas cosas te hará más feliz. Eso es lo que busca la inteligencia emocional, la felicidad. Y es justamente eso por lo que muchos viven y lo que otros tantos desconocen, por buscarla en objetos materiales y no en su sentir y sus relaciones con otras personas.

Este juego mental entrenará tu mente para Materializar Todo lo que deseas

Según teorías como la de la ley de atracción, que puede resumirse con la frase «creer es crear», el poder de la mente y de los pensamientos es suficientemente grande como para poder conseguir algo comenzando solo por imaginarlo.

Muchas personas, provenientes de diferentes áreas como la biología, la psicología, la medicina o la física cuántica han planteado diferentes formas de explicar cómo es que funciona la relación entre lo que pensamos, deseamos, imaginamos y visualizamos; y lo que finalmente sucede.
El escritor y filósofo newyorkino Robert Anton Wilson fue un paso más allá y diseñó un experimento sencillo de realizar para que cualquier persona pueda explorar este fenómeno por su propia cuenta, proponiéndose imaginar una moneda y luego encontrarla.

A continuación encontrarás una adaptación del experimento. Si lo realizas, no solo podrás aprender más sobre tu mente y plantearte preguntas y respuestas sobre el universo: también obtendrás una herramienta que te ayudará a hacer tus sueños realidad.

¿Cómo funciona?

La etapa inicial de este experimento consiste en intentar utilizar el poder del pensamiento para visualizar y obtener una moneda. Luego de dominar la técnica, podrás seguir practicando, materializando lo que desees.

1. Visualiza vívidamente una moneda. Piensa en todos sus detalles: ¿Cuál es su valor? ¿Cómo es su aspecto? ¿Cuál es su peso? ¿De que material está hecha? ¿En dónde se encuentra? Luego, imagina que caminas por la calle y te encuentras con la moneda.

2. Sal a caminar y busca esa moneda. Continúa visualizándola mientras caminas. No te detengas hasta que la encuentres. Registra el tiempo que te ha tomado.

3. Formula una explicación para lo que ha sucedido mediante la hipótesis de la atención selectiva. Según esta teoría, hay muchas monedas abandonadas en la calle, y si concentras tu atención constantemente en buscarlas, acabarás encontrando una de ellas.

4. Sal a buscar una segunda moneda.

5. Luego de encontrar la segunda moneda, plantéate una explicación diferente a la anterior: la de que la mente lo controla todo, y tú hiciste que esa moneda se manifestase en el universo.

6. Sal a buscar la tercera moneda, guiándote por esta explicación.

7. Compara el tiempo que te lleva encontrar una moneda siguiendo cada una de las hipótesis. Luego, inventa tú mismo nuevos experimentos que te permitan contrastar ambas teorías, la de la atención selectiva y la del poder de la mente sobre la materia. Luego de un mes, relee el experimento y vuelve a sacar conclusiones.

Este experimento no llevará a todos a la misma conclusión, y no tiene una respuesta correcta. Según Wilson, la mayoría de las personas termina más convencida de la segunda explicación. Sin embargo, él explica que cualquiera de estas dos explicaciones es potencialmente un dogma, es decir, que no hay forma de probar que sea la correcta. Por eso, lo más saludable sería no «casarse» con ninguna de ellas, y seguir jugando y experimentando hasta que comprendas cómo programar tu propia mente para que, a su vez, ella pueda programar la realidad tal y como deseas que se manifieste ante ti.

6 consejos para lograr cerrar un ciclo y seguir adelante

Un ciclo es un compilado de momentos vividos, impregnados de sentimientos, agradables o no, a los cuales nos apegamos. En realidad, los ciclos de nuestra vida están interconectados, y mientras uno se está cerrando, otro enseguida se está abriendo.

El problema está cuando nuestra mente se queda atrapada en ciclos pasados, a los cuales ya no pertenecemos. Entonces, nos cerramos a la posibilidad de empezar a vivir nuevas etapas, y nos quedamos estancados: sin posibilidad de avanzar.

1. Entiende que olvidar no es lo mismo que evitar

A veces cometemos el error de no querer pensar en las cosas de nuestro pasado que nos duelen. Tratamos por todos los medios de evadir los pensamientos que nos recuerden aquellos que hemos perdido.

Pero eso es definitivamente una de las peores cosas que podemos hacer. Para poder cerrar un ciclo es necesario recordar, pues evitar lo que nos hace mal sólo logrará que aparezca más adelante.

Además, es imposible olvidar por completo: pero sí se puede recordar sin dolor.

Recordar lo bueno y agradecer haberlo vivido. Recordar lo malo, y aprender de ello. De a poco, de tanto recordar se empezará a sanar.

2. Dile adiós a la culpa

Es normal que, cuando nos enfrentamos ante el cierre de un ciclo que no estábamos preparados para terminar, nos invada un sentimiento de culpa.

La creencia de que no hicimos lo suficiente, de que tal vez, si hubiéramos hecho las cosas de tal o cual manera, el resultado habría sido otro.

Pero en este momento, debemos recordar que el “si hubiera” no existe. Hicimos lo mejor que pudimos, y si las cosas salieron como salieron, fue por algo.

Atormentarnos con lo que podríamos haber hecho sólo cercena nuestra autoestima. Debemos aprender a querernos y asumir nuestras decisiones sin culpa.

3. Perdona

Puede sonar fácil, pero no lo es, sobre todo porque tal vez esperamos una actitud de otro para perdonar. Una disculpa, un gesto.

Lo importante es entender que la decisión de perdonar es personal. Que guardar rencor a la única persona a la que hace daño es a nosotros mismos.

Por eso, si alguien te ha hecho daño y no da ninguna muestra de necesitar tu perdón, tú debes dárselo igual. Sólo así podrás soltar eso que te lastima, pues el rencor pesa dentro nuestro y nos detiene.

4. Deja de buscarle una explicación

A veces las cosas simplemente pasan porque tenían que pasar. Sin más explicación, y sin una respuesta lógica que lo justifique.

La mayor parte de las cosas que nos suceden están fuera de nuestro alcance, y no tienen que ver con algo en particular. Las cosas no siempre son “causa-consecuencia”.

Por eso, en un momento debes decidir rendirte. Dejar de buscar explicaciones donde no las hay, porque esa actividad es completamente desgastante y frustrante. Simplemente, aceptar que las cosas sucedieron y que no tenemos por qué entenderlo: sólo hay que dejarlo ir.

5. Acepta

En relación a todo lo anterior, lo más importante es la aceptación de que no podemos controlarlo todo.

De que pueden suceder cosas sin que nosotros así lo deseemos, y que no podemos hacer nada al respecto: somos humanos y como tales, estamos limitados.

Pero, tal como decíamos, los ciclos de la vida no son definitivos: se superponen y conectan. Aceptar que algo distinto puede llegar a nuestra vida y ser igual de bueno o incluso mejor, nos ayudará a salir adelante.

6. Piensa la vida como un viaje en tren

Una buena manera de dejar ir las cosas es pensar la vida como un gran viaje en tren. cada parada es un ciclo de nuestra vida, pero indefectiblemente, en tren seguirá su curso hasta la siguiente estación.

En el camino puede haber personas que viajen en el mismo tren que nosotros. Algunas se quedarán hasta el final del viaje, y otras se bajarán en la siguiente parada. No importa, otros subirán al tren después.

Nuestro destino está al final de ese viaje, y hay que tener certeza de que siempre algo mejor nos está esperando en el camino.

Quien se conoce a si mismo no teme a nada mas

Las filosofías de la India y Grecia tienen entre otras cosas algo muy importante en común: la primacía del autoconocimiento. En el oráculo de Delfos sabemos que estaba inscrito la máxima “Conócete a ti mismo” y ésta es la gran cuestión que dominó todo un quehacer filosófico en la antigüedad. Había algo místico en el autoconocimiento, como era explicado probablemente en los misterios de Eleusis, ya que conocerse a sí mismo implicaba conocer la propia alma y su inmortalidad. Conocerse era realmente descubrir un aspecto divino.

En el pensamiento védico, particularmente en el vedanta (en los Upanishad), se llevó esto a últimas consecuencias, hasta el punto de que lo único importante era conocerse a sí mismo y todo conocimiento aparte de esto era ignorancia. El conocimiento del sí mismo no era, sin embargo, como en la actualidad, descubrir el yo original que somos o desarrollar el potencial individual que nos hace auténticos -lo cual domina la espiritualidad new age. Significa alcanzar el Atman, esto es algo similar a lo que llamamos “alma”, pero en un sentido impersonal. El Atman para el Vedanta, no es una persona, es aquella universalidad infinita que se manifiesta como el mundo de la diversidad sin nunca cambiar, libre de toda afectación, muerte o sufrimiento. Atman es para el vedanta igual a Brahman, dios, lo absoluto. En otras palabras lo que se dice es que quién realmente somos es nadie, pero ese nadie es todo. Y el Atman se alcanza entonces fundamentalmente a través de una vía negativa, eliminando todo lo que no somos, todas las ilusiones de la persona con las que nos identificamos y así limitamos.

Desde la perspectiva del tantrismo Shaiva, la noción de los “Upanishad” que considera que Atman es Brahman deriva en la noción de que el individuo en realidad es el todo y es una experiencia de gozo que el todo tiene (Shiva). Si la realidad del individuo es el todo, si esto se comprende, entonces naturalmente el miedo desaparece. Ya que el miedo sólo existe en torno a un otro.

Swamiji Lakshmanjoo, uno de los últimos maestros del tantrismo shaiva de Cachemira, explica unos versos de Abhinavagupta, quien señala que “Aquel que ha logrado conocer su propio Sí mismo, esa persona ya no le tiene miedo a nadie”. Y no le tiene miedo porque “Sus ramas se esparcen por todas partes. No puedes tener miedo de ti mismo”. Desde este entendimiento ningún fenómeno es recibido con miedo, todo es visto como “el glamour de su manifestación”, el universo como un inmenso ornamento del ser que se expande y manifiesta en toda su gloria y diversidad sin preferencia. Por supuesto esto es algo sumamente difícil de lograr -estabilizar este conocimiento-. Y, sin embargo, no hay otra cosa que realmente valga la pena en la vida, según estas tradiciones. Sólo esta sabiduría libera. Aunque nos pueda parecer sumamente remota, todo los grandes maestros espirituales de la humanidad han notado esto: que el yo separado al que nos aferramos es una ilusión, que nuestra verdadera naturaleza es ilimitada y comprende el universo entero, el cual es un único ser hecho de pura conciencia y dicha.

3 prácticas japonesas que mejorarán tu vida

La vida en Japón es más difícil de lo que pensamos. Muchas personas tienen que dormir de camino al trabajo e incluso en la oficina está permitido.
Esto, porque la jornada laboral es extenuante y agotadora, alcanzar el éxito en las grandes ciudades japonesas implica miles de horas de estudio y sacrificios, todo aunado a una cultura tradicional que les permite llevar estilos de vida humildes, apegados a la naturaleza y aún así ser una potencia tecnológica a nivel mundial.

Esa simbiosis entre lo viejo y lo nuevo los ha vuelto fascinantes para el resto del mundo y todos podríamos aprender mucho de las técnicas que ellos aplican en su vida.

Lo que para nosotros puede ser el inicio de un nuevo estilo de vida, para ellos a veces es tan regular que seguramente ni se dan cuenta de que hacen esas cosas.

Aprendamos de otras culturas para mejorar lo que no nos parece de nuestra vida diaria, claro, sin dejar atrás nuestra propia identidad.

Shinrin Yoku

El Shinrin Yoku, mejor conocido como «Baño de bosque» es una práctica que implica perderse en el bosque y realmente sentir la experiencia. No para entrar en pánico, sino para sentir la naturaleza en tu cuerpo. En esa práctica se aconseja mirar fijamente una planta durante unos minutos, tocar la corteza de los árboles, caminar descalzo para sentir la tierra y las hojas como parte de nuestro cuerpo así estar más cerca de la naturaleza.

El baño de bosque ha demostrado que afecta nuestro sistema nervioso y alivia el estrés y la depresión. También es sabido que ayuda en enfermedades como la hipertensión, diabetes e incluso la obesidad.

Minimalismo

Tokio y Nueva York son dos de las ciudades más costosas del mundo. Ambas tienen departamentos diminutos en los que la gente apenas puede sobrevivir, pero si entras a uno en Nueva York, encontrarás todo lo que esa persona puede tener, llenando cada pequeño y preciado metro cuadrado del departamento… Mientras que en muchos de los apartamentos de Tokio te sorprenderás con la extrema limpieza y la falta de objetos que los inquilinos tienen.

A pesar de que actualmente el minimalismo surgió de esa imposibilidad de tener muchas cosas en un pequeño espacio, la filosofía zen de oriente ayudó a que los japoneses implementaran como nadie esa técnica. Menos es más, y lo que tenemos termina por poseernos. Mucha gente japonesa se deshace de todo excepto lo esencial y aunque no viven un estilo de vida budista, hay quienes llegan al extremo de tener incluso menos de 100 objetos propios.

kaizen

Kaizen es un proceso de mejora continua que demuestra que todos, incluso los más desmotivados, pueden empezar cuando quieran. Esto aplica especialmente en estas fechas en que todos quieren cumplir sus propósitos de año nuevo, pero que después de unas semanas, sino es que antes, terminan por aplazar o abandonar ese propósito.

El método Kaizen dice que intentes hacer algo durante un minuto al día, así sea leer, correr, hacer abdominales o algo más, un minutos es suficiente para empezar. A partir de entonces incrementar el ritmo, correr todo lo que puedas por dos minutos, leer 10, hacer 5 minutos de abdominales y más. El método es ampliamente conocido en las teorías administrativas modernas y se usan en muchas empresas japonesas que se han convertido en multinacionales gracias a la aplicacion de este concepto, el ejemplo mas conocido es el de Toyota